¿Ahora asaltan domicilios mendocinos con órdenes judiciales apócrifas?
Las “cadenas” alertando sobre situaciones de diversa índole a través de las redes sociales son insoportables.
En su momento, ello se volvió célebre a través de papeletas fotocopiadas que incesantemente entregaban unos a otros. Conocidos y no tanto.
Allí podían verse oraciones, advertencias, invocaciones de diversa índole e incluso las siempre vigentes leyendas urbanas. Principalmente estas últimas.
Se trata de historias irreales que se repiten hasta el hartazgo y que se vuelven reales a fuerza de reiteración popular.
Algunas se volvieron internacionales, como aquella que aseguraba que Nokia regalaría miles de teléfonos celulares con solo reenviar un mensaje publicitario. Otras aún persisten, como la de la Trafic blanca que secuestra niños y niñas.
Como sea, en los últimos días apareció un nuevo mito, relacionado con la inseguridad en Mendoza. La historia reza así:
Están asaltando a domicilio con supuesta orden judicial reconociendo tu número de DNI.
Alguien toca la puerta del domicilio o el timbre del portero automatico de una casa/apartamento y al que contesta le preguntan:
-¿Usted es Fulano de Tal con D.N.I. o Cédula de Identidad nº.** y vota en tal sitio? Venimos a entregar una citación judicial.
Otra leyenda urbana sobre inseguridad, y van...
En lugar de abrirles, se debe actuar rápidamente y responder:
-Muy Bien, en este momento estoy marcando por teléfono a la Policía para comprobarlo.
Enseguida debés llamar a la policia de tu zona o al 911.
¡Hay que difundirlo!
¡¡¡Alertá a parientes y amigos!!! Por favor, pasalo a tus contactos.
Quien recibe semejante mensaje, actúa en consecuencia. Ergo, empieza a ametrallar a mansalva a todos sus contactos, no solo en redes sociales sino también a través de Whatsapp, alertando al respecto.
La mayoría de las leyendas urbanas se pasan a través de Whatsapp
Sin embargo, no existe una sola denuncia hecha bajo los parámetros de la historia de marras. No hay un solo caso registrado.
Por ello, antes de cometer semejante desatino, previo a volver locos a todos tus conocidos, pensalo un minuto. Te lo van a agradecer.
