El país nipón busca celebrar una reunión entre Kim Jong-un y Shinzo Abe.
Japón propone a Corea del Norte celebrar una cumbre
Japón propuso a Corea del Norte celebrar una reunión entre los líderes de ambos países, Shinzo Abe y Kim Jong-un, en línea con las cumbres previstas entre Pyongyang y Seúl y Washington, informaron medios japoneses.
Tokio trasladó la oferta a Corea del Norte con el objetivo de tratar la desnuclearización del país y los secuestros de ciudadanos nipones cometidos hace décadas por el régimen norcoreano, dijeron funcionarios a la agencia de noticias nipona Kyodo.
El portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga, no quiso confirmar ni desmentir estas informaciones, aunque señaló que Tokio y Pyongyang "mantienen canales de información abiertos".
Kim Jong-un aceptó reunirse con Donald Trump en mayo.
Suga agregó que el Ejecutivo del primer ministro Abe "contempla todas las opciones" para lidiar con el Norte, al ser preguntado hoy en rueda de prensa, informó la agencia de noticias EFE.
El Ejecutivo japonés querría aprovechar de este modo la disposición al diálogo al máximo nivel que manifestado el hermético régimen desde inicios de año, y que ha permitido la organización de cumbres bilaterales con Seúl y Pyongyang previstas para abril y mayo.
De concretarse el encuentro entre Kim y Abe, el tema de los secuestros de ciudadanos nipones sería el asunto prioritario a tratar, que lleva décadas sin esclarecerse y que supone el principal escollo para que ambos países normalicen sus relaciones diplomáticas.
Tokio y Pyongyang "mantienen canales de información abiertos".
Japón y Corea del Norte ya mantuvieron dos cumbres en 2002 y 2004 en Pyongyang, en las que participaron el ex primer ministro nipón Junichiro Koizumi y el padre del actual dictador norcoreano, Kim Jong-il.
Estos encuentros sirvieron para que el Norte admitiera que había secuestrado a 13 japoneses entre las décadas de 1970 y 1980, de los cuales cinco pudieron retornar a Japón, mientras que Pyongyang asegura que los otros ocho fallecieron.
No obstante, el asunto continúa estancado desde entonces, sin que se haya aclarado el paradero de los otros japoneses secuestrados por el Norte -Tokio mantiene que fueron al menos 17- para impartir lecciones de cultura e idioma en sus programas de adiestramiento de espías.
