Nadie habla de la depresión del malbec

Los festejos vendimiales dejarán ver los temores por las caídas en las ventas aumentan en el sector vitivinícola tanto dentro como fuera del país.. Aún se habla del audio revulsivo viralizado en las redes sociales.

Nadie habla de la depresión del malbec

Por:Jorge Fernández Rojas
Periodista/Analista

“El audio dice muchas verdades como cualquier conversación privada”, dice Sergio Villanueva gerente de la Unión Vitivinícola Argentina y director del Fondo Vitivinícola. Se refiere a la grabación que el martes 6 de este mes viaja de celular en celular donde un empresario gastronómico critica duramente las políticas de marketing de las bodegas y del sector vitivinícola.

Pero esto era ya un presagio que se vio reflejado en el estudio de la consultora de consumo Kantar Worldpanel. El consumo de vino en Argentina cayó un 6% durante 2017, fue la tercera baja anual consecutiva. La crónica del Post detallaba que ese estudio denotaba también que la caída del consumo del vino “contrasta con la suba en el consumo del mercado de bebidas con alcohol, que creció un 5%, impulsado sobre todo por la cerveza, que recuperó el volumen perdido en 2016”.

En tres años casi el 4% de la población argentina dejó de comprar vinos durante el año

El motivo es bastante lógico y de acuerdo a la letra técnica de ese informe se ha registrado esta reducción del consumo “por la constante disminución en su base de compradores, llegando al 64% de la población”.  En tres años casi el 4% de la población argentina dejó de comprar vinos durante el año, a diferencia de cervezas, que logró recuperar compradores, concluyó Carolina Nuñez, gerente de Nuevos Negocios en Kantar Worldpanel.

Todo este contexto monta un escenario de preocupación a días de la bacanal anual que nos damos los mendocinos en honor a la uva y el vino.

Los encuentros ya tradicionales programados para el sábado 3 de marzo, como el Desayuno de la COVIAR y el almuerzo Agasajo Vendimial de Bodegas Argentinas,  serán la caja de resonancia.

Este diagnóstico que parece de laboratorio psicológico señala depresión en las ventas y eso decae a cualquiera.

Dicen que hay un repunte en la cosecha que está por venir

Por eso, el viernes 16 referentes del sector salieron a posicionar a través de una nota periodística de Los Andes sus temores al poder de lobby de las cerveceras que buscan disminuir del 14 al 10 por ciento el impuesto interno aplicado por la reforma tributaria sancionada por el Congreso.

Sostienen que una industria regional como la vínica no puede pelear contra el poder económico de una multinacional en relación a la cerveza industrializada.

El caso es que de acuerdo a lo que remarcó este fin de semana, el hoy productor del Valle de Uco Martín Hinojosa,  hay un repunte en la cosecha que está por venir.

“La verdad es que se trata de una cosecha de un volumen normal, pero es que venimos de dos cocechas muy malas entonces esta parece extraordinaria”, señaló Hinojosa.

En el Fondo (Vitivinícola) es cierto

Al inicio de esta nota se hace ver que Villanueva del Fondo Vitivinícola admitió que lo dicho en las redes de modo crítico contra las estrategias de posicionamiento y comercialización del vino es en  parte cierto.

“Hace diez años que venimos planteando la complejidad del tema y defendemos el mercado interno e intentamos mostrar la industria como lo fue en un principio: noble y popular”, definió.

En ese análisis el experto le explica a quien lo consulte que el antecedente de dos cosechas malas más el resentimiento de las economías familiares de este último tiempo,  terminaron haciendo emerger este estado de alerta por la caída de compradores de vinos de mesa.

Por eso reafirma que “no vemos lo que le pasa al consumidor que hoy prefiere pagar la factura del gas antes que comprar un vino que cuesta más de 100 pesos”.

El consumidor prefiere pagar la factura del gas antes que comprar un vino que cuesta más de 100 pesos

Puntualiza en esa senda de conclusiones que la proliferación de patios cerveceros hizo notar aún más el corrimiento de la elección de los consumidores.

Concretamente está en juego el 50 por ciento del consumo de los vinos producidos mientras se le sigan poniendo reglas al consumidor para beber vino.

Y llegó la hora de aceptar que el hielo o la soda son alternativas que la misma bebida acepta.

“El problema siempre lo hemos visualizado, pero la diferencia es que en estos tiempos la disminución se trasladó a los vinos de alta gama”, cerró su análisis Villanueva.

Afuera el malbec siente la indiferencia

Otro aspecto preocupante para la industria madre es lo que expertos en comercialización internacional vienen detectando progresivamente.

Los mismos puntales que reclaman por la caída del consumo interno no se animan a admitir una evidencia que se ve en las góndolas estadounidenses.

Cuentan los encargados de vender los vinos argentinos y en particular los mendocinos que pelean cada día más por ubicar a nustra cepa emblema.

De las 1.000 bodegas que hay en el país, 800 exportan vinos a Estados Unidos.

El asunto es que hay un fenómeno que se da en el mercado que consume el 30 por ciento de las ventas al exterior.

Hay un cambio en la tendencia del consumo norteamericano que ha girado a otras cepas y otros países productores que compiten con Argentina.

“Actualmente los consumidores estadounidenses eligen vinos italianos y neocelandeses y eligen sobre todo, sauvignon blanc”, señaló un preocupado comercializador de una bodega mendocina hace unos días.

Esa observación abre este panorama de acuerdo a los registros de partidas de vinos hacia el mercado que concentra la mayor parte de nuestras exportaciones. Veamos:

1- En los últimos 6 años la exportación se cayó en un 6 por ciento.

2- Hubo un estancamiento en el consumo de malbec acentuado desde 2012.

3- Las bodegas más chicas sufren más esta crisis.

4- De las 1000 bodegas que hay en el país, 800 exportan vinos a Estados Unidos.

5- Sólo 15 bodegas de gran envergadura tienen la capacidad para soportar este cambio.

6- Se intenta ante esto instalar otras cepas como el Cabernet Franc.

Dado este panorama es que se presume debates públicos sobre el vino pero fuertes discusiones a puertas cerradas por parte de los que definen las políticas vitinícolas. No es una mesa bien servida aunque el primer de marzo levantemos la copa y nos deseemos feliz vendimia.