Visitando Bodegas: Bodega Lagarde, el placer de sentirse único

Vinos y gastronomía de excelencia muy cerca de la capital mendocina.

Visitando Bodegas: Bodega Lagarde, el placer de sentirse único

Por:Andrea Mendoza Ghinaudo
Diseñadora y bloguera

Llegar a Lagarde es fácil, facilísimo diría yo, lo que no resulta sencillo es tratar de pasar desapercibido, ser uno más, porque desde el momento que pisas suelo “lagardino” te convertís casi en un miembro de la realeza.

Desde el encargado de turismo, pasando por los mozos, los sommeliers y hasta la gente que trabaja en la cocina pueden hacer sentir especial hasta a la mismísima Reina Isabel atendiendo cada una de tus necesidades, las copas no pasan más de un minuto sin rellenarse y apenas cruzás los cubiertos sobre el plato lo están retirando para dar lugar al próximo paso.

¡En un momento hasta me preguntaron si la temperatura de la carne estaba bien! No pueden más de acomedidos.

Hermosos toneles a la entrada de la bodega

La empresa es llevada adelante por Sofía y Lucila Pescarmona que han logrado mantener el carácter campestre en la nueva construcción que se anexó a la antigua bodega que data de 1897. Cuenta con una recepción donde se puede conseguir desde cerámicas con la marca de la bodega hasta productos gourmet artesanales.

La decoración es muy cuidada, con acertados toques rústicos como por ejemplo las luminarias con tela de arpillera que le confieren una atmósfera liviana y cálida.

Fogón, el restaurant de Bodega Lagarde

Productos gourmet

Cerámicas artesanales especialmente creadas para la bodega

Quiero destacar la cocina abierta de Fogón (así se llama el resto), con amplias ventanas donde se puede ver como preparan cada plato, impecable en todo sentido.

Probamos el almuerzo de 6 pasos: 3 entradas, un principal y 2 postres.

¡Aplaudo la idea de agregar más cosas dulces para poder disfrutar un rato más del espumante!

Les detallo:

Entrada 1: Texturas de tomate de huerta propia, helado de mascarpone y albahaca, tomate apanado y crujientes de bacon. Acá puedo decir que se sentía la frescura de la verdura, casi como si los hubiera visto cosecharlos y los crujientes contrarrestaban a la perfección todo lo jugo de los tomates. Esta entrada fue acompañada por un Lagarde Chardonnay 2016 que pasa un año en madera pero no se la pude sentir mucho en el sabor aunque me quedó un picor bastante lindo y el aroma es muy frutado.

Tomates en todo su esplendor

Chardonnay frutado a más no poder

Entrada 2: Langostinos del sur con jengibre caramelizado, crema de zucchini y azafrán, con sus reducciones que resultaron deliciosas. Estos mariscos venían de la mano de un Lagarde Rosé de Malbec y Pinot Noir 2017 sin madera que resultó muy ligero y si lo tomás bien helado pasa como agua, ideal para una tarde calurosa de verano a la orilla de la pile.

Langostinos con jengibre caramelizado

Fresquísimo Rosé de Malbec y Pinot Noir

Entrada 3: Mousse de 3 variedades de hongos: champignones, portobello y de pino, queso patagónico tibio sobre focaccia de semillas, con crema de zanahorias, pimiento amarillo y brotes de remolacha fresca. En este momento apareció el primer tinto que probamos, un Primeras Viñas Cabernet Sauvignon 2013 que pasa 15 meses en madera y cuya cualidad distintiva es que son uvas del mismo varietal pero de distintas zonas.

De sabor intenso, portentoso, yo sentí mucha ciruela madura y algo de ahumado.

Focaccia con hongos y queso patagónico

Primeras Viñas Cabernet Sauvignon 2013

Principal: Filet pampeano a las brasas vegetales orgánicos , crema de ajo asado y sal de malbec. Básicamente el filet viene a acompañar al vino, un Henry Gran Guarda 2013, que sería el Manu Ginóbili de los vinos, que se para sin miedo ante cualquiera y te clava un triple a los 10 segundos. Este corte exclusivo de 3 uvas, que es macerado y fermentado en roble francés tiene todo, fuerza, aroma, sabor, presencia y te aseguro que la lengua te va a quedar zapateando pidiendo una copa más. Supremo.

Filet pampeano

El Manu Ginóbili de los vinos, Henry Gran Guarda 2013

Postre 1 o prepostre: Sorbete de melón, yerba mate y menta. Todo lo dulce fue acompañado por el espumante Extra Brut de método tradicional. Muy fresco y con un demasiadas burbujas en mi opinión.

Helado y espumante, mix delicioso.

Postre 2: Tartaleta de durazno, crema inglesa, helado de alcayota y praliné de frutos secos.

El chef del restaurant, Lucas Olcese, nos cuenta un poco más del menú de verano puesto en práctica hace solo unos días.

Con nuestra panza llena y el corazón mucho más que contento, Francisco Jurín encargado de la bodega, nos llevó a hacer la visita por las instalaciones de la bodega.

Tienen una amplia sala de barricas y también vimos el salón de tanques donde aún se conservan los primeros que fueron hechos en otros metales antes de que se empezara a usar el acero inoxidable.

Sala de barricas

Tanques de acero inoxidable 

Tuvimos acceso a la cava privada donde se guardan 100 botellas de cada añada y de cada variedad, imagínense que todavía quedan algunas de un semillón de 1942, totalmente increíble.

Un tonel que data de 1922

Cava privada

Con muchas ganas de volver, les dejo toda la info para que no dejen de visitar Bodega Lagarde y vivan en primera persona una experiencia digna de disfrutar con los cinco sentidos.

Almuerzo de 3 pasos: Incluye 3 vinos + visita guiada + agua y café: $950.-
Almuerzo de 6 pasos: Incluye 6 vinos + visita guiada + agua y café: $1500.-
Reservas al 261 3668674 / 4980011


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Blog: Saludá que nos vamos
Twitter: @AndreaMzaG
Instagram: andreamzag
Fotos: Gustavo Valles