El presidente cree que los últimos días de 2017 serán una suerte de prueba de fuego. Los intentará sortear en paz, en medio de los típicos rumores de fin de año.
La última semana de Mauricio Macri
Mauricio Macri ha pasado un diciembre complicado, en medio de incidentes, destrozos y saqueos.
Tiene la certeza que nada es casual y que hay en ciernes un intento desesperado del kirchnerismo residual —junto a puntuales grupos de izquierda— de derrocarlo.
El silencio de gran parte del peronismo lo desconcierta. No sabe dónde está parado. ¿Lo apoya el PJ o no lo apoya? La respuesta es complicada, porque es un partido desmembrado en mil pedazos.
En ese contexto, el jefe de Estado atravesará la última semana del año, en completo estado de alerta. ¿Serán ciertos los vaticinios del Ministerio de Seguridad respecto de posibles saqueos en los próximos días?
La foto que espantó a Macri
Macri no lo sabe, pero por las dudas ha dado la orden de reforzar la cantidad de uniformados en la provincia de Buenos Aires. Por caso, en las últimas horas se han sumado 8 mil uniformados a los ya existentes.
Lo único que lo tranquiliza es saber que Eduardo Duhalde ha “recalculado”, al menos en lo discursivo. “Hay que ayudar al Gobierno, aunque no estemos de acuerdo”, dijo el otrora presidente de transición.
Ver además: Macri mandó a reforzar la seguridad por temor a saqueos
Para que no queden dudas de sus intenciones, añadió que la gestión de Mauricio Macri “no está en riesgo”.
A esta altura, alguien debería preguntarle a Duhalde cómo es que tiene esa certeza. ¿Existió alguna movida y se desactivó? No solo debería responder eso el exgobernador bonaerense, sino también por qué se activó repentina e intermitentemente su diálogo con Hugo Moyano, tal cual anticipó el Post este domingo.
Macri y su brindis de fin de año
Ciertamente, los temores a 2001 parecen infundados. La situación no es la misma, ni el poder del presidente se asemeja en absoluto al que ostentaba De la Rúa en esos días.
De hecho, el presidente de la Alianza obtuvo ese año una paliza en las elecciones legislativas, a diferencia de lo ocurrido con Macri en octubre donde refrendó su poder.
Como sea, el presidente partirá en las próximas horas hacia Villa La Angostura, Neuquén, donde pasará Año Nuevo junto a su familia. Allí permanecerá casi invisible, siguiendo de cerca todo lo que ocurra.
Y cuando levante su copa, el 31 de diciembre, será la coronación del año más complicado de su vida..
Macri festejará en familia en Villa La Angostura
