Quincho: La joda de la "familia judicial"

Hijos, sobrinos, equiparados, todo... sin control de la sociedad. Encuestitas radicales. ¿Quiénes se prueban el traje de Cornejo? Una reflexión sobre las detenciones de Bonadío.

Quincho: La joda de la "familia judicial"

Por: Mendoza Post

 El gordo se había divertido en grande durante toda la semana. Muchos de sus amigos trabajaban en el Poder Judicial. Secretarios, jueces, camaristas, fiscales, relatores, y los “equiparados”, una casta judicial que tiene sus años, desde que Aída Kemelmajer los “inventó” para igualar los relatores a los magistrados, aunque no lo son. Y a los que ahora les estaban poniendo la lupa encima.

- Lo que pasa, es que son los que hacen las sentencias… los que “empujan el lápiz” mientras los jueces andan dando clases, haciendo gimnasia para estar lindos o visitando sus ciudades natales: Viña, Miami, Orlando, NY City… París… Roma… Y bueno… mantener el sistema cuesta plata… - dijo el dueño de casa, divertido. Su amigo el Ruso puteaba en silencio, mientras hojeaba la revista del country. De chico, sus padres le habían hecho estudiar desde perito mercantil hasta un doctorado en ciencias económicas. Y no había hecho tanta guita como los abogados.

- Es una joda… hace bien el Alfredo en sacarlos a la luz, como a los vampiros…- dijo el hombre de los negocios del grupete, y siguió hojeando la revista.

Julián se concentró en la cena. Había decidido armar unos bifes de cuadril, bien gruesos, de casi dos centímetros de espesor, a la portuguesa, en el disco del quincho, Maderas, hierro, fuego, y magia. Una preparación casi sin trucos: dorar en oliva y manteca los bifes, con algo de sal gruesa, hasta sellarlos, sacarlos un ratito en una fuente, y en el fondo de cocción mandar pimientos abundantes, cebollas cortadas en trozos grandes, verdeo, varios dientes de ajo, y zanahorias cortadas en rodajitas. Luego habría que agregar otra vez la carne, salsa casera de tomates, una botella y media de Sauvignon Blanc, y un poco de caldo con condimentos; pimentón, ají molido, tomillo, pimienta, y abundante perejil fresco. En el caldero del quincho, se freían unas papas “a la española”, que luego agregaría al disco antes de servir, para que se empapasen de la salsa. Las arvejas y las alcaparras serían el último toque.

Las verduritas del cuadril al disco.

El gordo se tomaba esta preparación con paciencia. Había que usar la cantidad justa de tablitas en el fuego, para que las verduras quedasen intactas y sabrosas.

Un grueso blend de Rutini acompañaría la cena, una de las últimas del año.

Antes de ir a la mesa, Julián miró de reojo el cuadro que ornamenta la pared norte del quincho, la que da a Las Heras Casino. Había un enorme campo de batalla. Y el general lloraba en un costadito, desolado, armado con una espada de juguete y tratando de que volviese a crecer el pasto.

(…tarea difícil, la del peronismo…)

El gordo llevó el disco a la mesa, con unas brasas debajo, sobre una planchuela de acero de 5 mm que había hecho especialmente para estos menesteres. El aroma a campo habría despertado a los granaderos de San Martín.

La charla se armó rapidito alrededor de la ley de la Corte que el Alfredo había decidido frenar, y de los consecuentes escandaletes judiciales que le siguieron, como anillo al dedo. El Omar –el radical-radical que habla con todos, hasta con los del otro lado, contó algo de la historia.

- Te aseguro que si el círculo íntimo del Alfredo hubiese armado una operación para designar a un pariente de un juez de la Corte, y poner en discusión otra vez cómo funciona el tribunal máximo de los mendocinos, no habría salido tan bien… ¡El primer acto útil que realiza Jorge Nanclares, el presidente de la Suprema Corte, es poner al sobrino como “equiparado”! ¡No podemos tener tanto culo! – festejó el radical del grupete, y propuso un brindis por “la familia unida”, al que los muchachos se prendieron con ganas. El gordo hizo de abogado del diablo.

Cornejo y Jorge Nanclares.

- Me dicen que Carlitos Quiroga Nanclares hace muy bien su laburo… que hace años que está, y que es muy bueno…

- Sí, todo lo que quieras. Pero usó su relación con el pariente de la Corte todo lo que pudo. Y cuando fue subsecretario de Justicia de Celso Jaque, pasó sin pena ni gloria. De todos modos, seguro que, si revisás un poco en el Poder Judicial, te vas a encontrar a montones de abogados, o de escribanos como es el caso de Quiroga Nanclares, capaces de ser el “Secretario de Gestión y control del Poder Judicial” sin necesidad de ser el sobrino de alguien. ¡Equiparado a magistrado clase 25! Esto es un básico de 99.800 lucas para seis horitas diarias, más antigüedad, otros ítems, y sin pagar Ganancias. Miren… el otro día me enteré que, por la antigüedad, hay una fiscal correccional que gana más de 240 lucas… ¡Tremendo!

- Ni qué decir si hubiesen armado un concurso público… cualquier buen gerente de administración de una empresa mendocina, sin ser abogado, puede ser el secretario de control y gestión de los jueces…- agregó Ludovico. El gordo sumó lo suyo.

- Miren amigos… hay que reconocerle a Cornejo que ha conseguido algo importante, lo mismo que con el ítem aula instaló que los maestros no laburaban, con la discusión de la Corte se instaló que los jueces laburan poco, hacen pocas sentencias… qué se yo… o que no van nunca de tarde porque se dedican a vivir su vida de ciudadanos privilegiados. Yo digo que todas las generalizaciones son peligrosas, y que hay jueces y fiscales distintos, que se rompen el tujes y trabajan…

- Bueno… Valerio no quiso firmar la acordada del ascenso de Quiroga Nanclares, ni de Elizabeth Carbajal… ¿Cómo una jefa de protocolo va a ser equiparada a un juez de la provincia? ¿Por qué? ¿Cuál es el criterio? – le interrumpió el Omar.

El Ruso, que se metía poco en los vericuetos del mundo de los jueces, aunque conocía bien el de los abogados, agregó un dato.

- Amigos, esto es un caso de “hecha la ley, hecha la trampa”. Los “equiparados”, como ya dijimos, fueron creados por Aída hace muchos años. Ponele que podamos discutir si un relator que hace el laburo de un juez, debería ser “equiparado”, aunque no son jueces.  Pero los ministros de la Corte usaron esa figura para darles aumentos a los amigos. Miren… hace poco, hacía falta un secretario de Flagrancias. Y con una acordada secreta, de esas que aparecen cuando alguien arma flor de quilombo, le quitaron ese “crédito presupuestario”  a Flagrancias, y con esa plata les aumentaron de categoría a varios funcionarios de la Corte. Son de terror…- contó el hombre de los negocios del grupete, mientras zampaba un pedazo de pan francés en el disco. El gordo le reprimió de un cucharazo.

El disco del quincho, a full.

- No jodas…

- Bueno… por eso es que la ley de transformación de la Corte es buena. Ojalá le saquen despacho pronto y la tengan a punto, para cuando se puedan juntar los votos. Será ahora, con la próxima legislatura, o el año que viene. Pero en algún momento va a salir. Vos fíjate que ese proyecto incluía la publicidad de las acordadas, la transparencia de las decisiones, la publicidad de las designaciones. Todas cosas que hoy se saben sólo si alguno que está caliente por alguna razón, la ventila.

- ¿Qué va a pasar con lo de Quiroga Nanclares? – preguntó Ludovico, el más PRO del grupo, mientras espiaba en el teléfono unas encuestas que le habían pasado.

- Nada de nada. Van a pasar la vergüenza en silencio. Nanclares es un tipo que en general es confiable para el poder. Tal vez no tanto como Pedro Llorente… pero bueno… lo que sí, no es la primera vez que pasa algo con un hijo suyo, Abelardo Nanclares. Hace dos años y pico, en 2015, entró “por la ventana” como conjuez tributario. Estaba sexto en orden de mérito y la Corte lo designó igual. Hubo impugnaciones, un escandalete. Pero quedó como juez tributario, igual que una jueza que en su momento lo había impugnado, Susana Pravata. Y hace como diez años, Nanclares hijo tuvo que renunciar como conjuez de Paz.

Palermo, Nanclares, Gómez y Laura Montero.

- Che… tanto que joden con los parientes… si alguien se pusiera en serio a revisar la parentela judicial, no queda ni el gato. Fíjense nomás en el supremo Julio Gómez. Tiene un hijo juez, una hija relatora, y un yerno, Ezequiel Crivelli, que es juez y está ternado para camarista… ¡La familia unida! - clamó el gordo, y los amigos rompieron en carcajadas.

- ¿Al final, cuándo se va Pérez Hualde? – preguntó el Ruso.

- Recién empieza sus trámites jubilatorios. Si puede, se va a ir después de Cornejo, el 11 de diciembre de 2019. La “Gran Fayt” que el veteranísimo ex juez de la Corte le hizo a Cristina. Salvo que sienta que deja de tener gravitación en el Tribunal, en cuyo caso se iría antes…- especuló el hombre de los negocios. El Omar, mientras se servía otro generoso trozo de cuadril a la portuguesa, insistió con los “equiparados”.

- Explicame vos por qué hay tipos que son administrativos, y que tienen que estar “equiparados” a un juez… A ver… Una jefa de protocolo… ¿Qué intangibilidad salarial debe tener para resguardar la independencia de quién? ¿Por qué no tiene que pagar Ganancias? Miren… de los 49 equiparados a magistrados que reportan a la corte, tenés a Mónica González que es la administradora general, a Martín Herrera Funes, que va a reemplazar a Quiroga Nanclares en el cargo anterior, Stellita Spezia de la Dirección de la Mujer… hay un director de administración, uno de recursos humanos, uno de informática… hay varios de la famosa Dirección de Derechos Humanos, entre ellos el Alejandro Grando, que le reportan a Omar Palermo, y hasta un director de archivo. ¿Por qué todas estas personas son “equiparados” a jueces? Es un curro, hermano… cobran fortunas, son una casta de privilegiados que no deben pasar por una designación del Poder Ejecutivo, ni por ternas, ni por el Consejo de la Magistratura, ni rendir concursos ni exámenes, ni pasar por el filtro del Senado… Y no pagan el Impuesto a las Ganancias. Yo les digo, que en momentos en que la Cámara de Diputados de la Nación se apresta a sacrificar a los jubilados con un aumento menor al que les corresponde, esto es una vergüenza…- dijo el Omar. Y sus amigos asintieron en silencio.

La mesa cambió de tema, mientras el gordo llenaba las copas del Rutini, que estaba tremendo.

Julián preguntó primero:

- ¿Qué son esas encuestas, que andan dando vueltas, y de las que nadie se hace cargo?

- No sé… ¿Qué encuestas? – respondió el Omar, y escondió su humanidad tras un trozo de cuadril bien adobado de salsa portuguesa al disco.

- No te hagas al pelotudo…

Kerchner, sin barba, look de candidato.

- ¡Ah! ¡Las encuestas…! Bueno, no sé… hay una telefónica dando vueltas, en la que te preguntan por Martín Kerchner. En el planteo aparece bien pegado al Alfredo. No sabemos quién la encargó… Hay otra, presencial, “face to face”, de la que nadie se hace cargo. A mí me habían dicho que era del radicalismo de Capital, pero ellos no fueron. Elbio Rodríguez tampoco la hizo. El “ruido” que traía, es que no aparece ni un miembro del gobierno como posible sucesor del Alfredo. La encuesta marcaba en orden de preferencias a Rody Suárez, Marcelino Iglesias, Daniel Orozco, De Marchi y Tadeo García Zalazar. Pero no sé si está bien… Ni en pedo De Marchi mide menos que Orozco… Tadeo tampoco, seguro está más arriba. La encuesta de seguimiento de gestión en Godoy Cruz le da unos números enormes… No se… ¡Encuestas che! Qué pasa, que se preocupan tanto… Hay que empezar a medir… ¿No? El Alfredo inicia su tercer año de gestión.

- ¿Y Cobos? – preguntó el gordo, con cierta insidia.

- ¿Qué pasa con Julio? – repreguntó el Omar, a la defensiva.

- Nada… que el Julio no tenía muchas ganas de meterse en internas, ni de pelear espacios, pero resulta que su novia, Natalia Obon, es muy militante, y le estaría ajustando las tuercas al Julio para que no ceda espacio en Mendoza, y que, si no es candidato a gobernador, por lo menos sea el gran elector y no le regale todo a Cornejo.

- Me estás jodiendo…-

- En serio… le salió novia militante… qué querés que le haga…- insistió Julián.

Julio y Natalia.

- Y… el panorama va a estar difícil… el “gran elector” va a ser el Alfredo, aunque les ha dicho a todos que será el que mejor mida, porque su interés principal es que el radicalismo mantenga la gobernación en 2019…- dijo el Omar. – Por lo pronto, ustedes lo conocen al gober… no va a abrir la boca ni a bendecir a nadie hasta que falten cinco minutos. Ahora tienen que ir al Comité Nacional. Van cuatro mendocinos: Alfredo, Laura Montero, Claudia Najul y el “Pato” Pinto. Van a laburar en equipo con Luis Corral, Gerardo Morales, Ricardo Colombi… vamos a ver… el que pinta para presidente del Comité Nacional es José Cano. Pero cuidado, que el “Coti”, que viene de delegado con Angelici, le puede sumar muchos votos en contra…- dijo el Omar, mientras pasaba el pancito en los últimos vestigios del cuadril al disco.

La cena fue llegando a su fin. A casi nada del verano, la noche hacía pensar más en vacaciones, que en otra cosa. Los amigos se perdieron rumbo a los autos.

- Gordo… ¿qué me contás de la razia de detenciones por el caso AMIA? ¿Estuvo bien Bonadío?

- Yo te digo que las detenciones estas no les gustan más que a los que están del otro lado de Cristina, en la grieta. Aunque los 14 imputados sean culpables desde el primero hasta el último, lo que debe demostrarse, tenían derecho a esperar este juicio en libertad… te lo dicen casi todos los juristas.

- ¿En serio?

- Mirá… horas antes de las detenciones, algunos tipos muy selectos del “círculo rojo” judicial federal, y político, se juntaron en una cena. Estuvo Martin Irurzun, el presidente de la Sala II de la Cámara Federal, el creador de la doctrina por medio de la cual se puede detener a ex funcionarios, que por sus lazos con el poder podrían entorpecer una investigación. Bueno, parece que en esa cena Irurzun se mostró deprimido, y les habría dicho a los comensales que estaba arrepentido, y que usarían su doctrina para cualquier cosa.

- Como Bonadío…

- No sé… Yo te digo que incluso hay muchos radicales y algunos macristas a los que esto no les gusta un carajo, porque dentro de unos años les puede tocar a ellos… Esto, independiente del caso en sí, que –te aviso- no me cabe duda de que hicieron una tramoya con Irán por plata, por diez mil palos verdes… Los acusados del atentado estaban casi presos en su país. No podrían salir de Irán. El pacto los aliviaba… pero qué se yo… ¿No lo votó el Congreso? ¿Los legisladores qué son, partícipes del encubrimiento? No sé… mucho circo.

Y así… en silencio y reflexionando sobre las venganzas perpetuas de la Argentina, los amigos se hicieron humo. Desaparecieron, en el sentido estricto de la palabra.