Visitando bodegas: Finca Agostino, para perderse en el placer de sus vinos

Excelente gastronomía, arte y entorno natural en Barrancas.

Visitando bodegas: Finca Agostino, para perderse en el placer de sus vinos

Por:Andrea Mendoza Ghinaudo
Diseñadora y bloguera

Tarde soleada fue la que nos tocó ese jueves en esta bodega de Maipú que tiene piola para rato, porque sus instalaciones cuentan con restaurante, sala de arte, salones para degustación y eventos, terrazas, lago propio y unos jardines que te invitan a quedarte de sobremesa una semana entera.

Bajo la sabia dirección de Mariana Encina, encargada de turismo, fuimos ubicados en una mesa junto a la ventana con vista a los parrales que tienen más de 70 años y poseen el poder de transportarte a la época en que los Agostino llegaron a la Argentina, tratando de dejar atrás la guerra allá por la década del 40.

Los cuatro hermanos: Vincenzo, Rosalía, Sebastián y Miguel, pasaron su niñez en Mendoza y cuando la familia decide instalarse en Canadá, prometen volver a esta tierra para fundar una bodega que honrara la memoria de su abuelo que era una enamorado de las vides.

Asi es como en 2003 comienzan a construir esta promesa y en 2005 inauguran la bodega Finca Agostino con un total de 350 hectáreas de viñedos.

Supongo que están esperando fotos de los platos que supimos deleitar así que les cuento que hay dos opciones de menú, de 5 pasos a razón de $1100 o de 3 pasos a $850 por persona (descuento con Maridaje de Bodegas a razón de $880 y $680 respectivamente)

Nosotros, como no podia ser de otra forma, probamos los 5 pasos que terminan siendo 7, bajo la tutela del chef Jaime Baeza que ahora les muestro.

- Aperitivo: Focaccia con ajo, crema de berenjena ahumada con orégano fresco acompañado por Torrontés Inicio que resultó ligero, frutado e ideal para comenzar la jornada.

- Primera entrada: Crujiente de papas, montado de verdura (Ratatouille), huevo de codorniz con ciboulette, aceite de trufa y sal de jamón crudo (esta última hecha en la misma bodega). Por supuesto que seguimos con el torrontés que todavía queriamos seguir saludando.

Crujiente de papas

Torrontés de la línea Inicio

- Segunda entrada: Montado de salmón con rúcula y queso Finlandia, corazón de alcaucil, espárrago, reducción de aceto y flor comestible. Aquí llegó un Malbec Rosado Inicio para seguir aportando frescor, aunque menos potente en nariz que el anterior.

Exquisita combinación

- Tercera entrada: Kebab con ensalada fresca de lentejas, yogurth griego y mayonesa de rúcula. El vino que marida este plato es un blend Finca Agostino Línea Reserva (70% Syrah - 30% Malbec) que pasa 10 meses en barrica de roble francés. Con dejos de pimienta y muy especiado es ideal para comidas potentes como este plato árabe.

El plato árabe que hace la diferencia

- Principal: Carré de cerdo con reducción de vino, con crema y chips de batata, mostaza de Dijón y crema de rúcula, micromix de vegetales verdes. Opción vegetariana: Risotto de quinoa, hongo de pino y portobellos con parmesano.

En este punto el vino se pone maduro y con voz ronca, llegó un Familia, blend de Malbec, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Syrah que pasa 16 meses en barrica de roble francésy un año de estiba en botella.

Risotto de quinoa

Carré de cerdo

Blend de tintos

Casi digo ¡Basta para mí! cuando trajeron una Granita de pomelo y naranja (este fue el pre-postre) para refrescar el paladar y hacer las veces de bajativo al mogollón de comida que veniamos probando.

- Postre: Cheese cake de mango y maracuyá, jalea de frutos rojos, frutilla y menta. Exquisitamente acompañado por un espumante Extra Brut Agostino, obtenido mediante el método charmet lungo, dejandolo reposar en tanques con borras de Pinot Noir, Chardonnay y Chenin. Aunque tenía muchas burbujas para mi gusto, su sabor definitivamente fue un broche de oro para esta velada que recién iba por la mitad.

Un poema hecho postre: Cheese cake de mango y maracuyá

Nuestra visita siguió por la bodega propiamente dicha, pudimos apreciar los tanques de acero inoxidables y la sala de barricas con las luces tenues que tanto disfruto junto a esa humedad que se instala en las fosas nasales para susurrarte las bondades del vino allí almacenado.

Bella sala de barricas

Los relucientes tanques

Posteriormente conocimos las Salas de Arte donde actualmente están exponiendo Gabriela Cabeza y Mariela Guercio, con un montaje cuidado donde la hermosa luz que entra por los ventanales le otorga una atmósfera especial plagada de paz y tranquilidad.

Hermosos cuadros expuestos

La frutilla del postre (no la que comimos en el almuerzo) fue conocer el patio de la casa principal donde se alojan sus dueños cada vez que vienen. Como queriendo plasmar sus recuerdos adolescentes cuando asistían al glorioso colegio Nacional, han recreado o imitado mejor dicho la estética de la Plaza España con sus baldozas llenas de arabescos y hasta ¡la fuente de agua!.

En la recepción se pueden hacer degustaciones y hasta sostener la botella con el vino del emblemático River Plate, que eligió a Finca Agostino para elaborar su vino.

Hermosa sala de recepción

Para los fanáticos de la banda

Si tenés la suerte de que te toque un día tan soleado con una temperatura acorde, no dudés en pasear largo rato por estos jardines con espejos de agua y cascadas, esculturas y flores que te sorprenden en cada rincón de este lugar de ensueño. O sentarte en la terraza y admirar desde lo alto el verde paisaje de parrales y quizas puedas llegar a ver el mangrullo donde varias parejas sellaron su amor al comprometerse en un original pedido de matrimonio.

Parrales de Agostino

Panorámica desde la terraza


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Twitter: @AndreaMzaG
Instagram: andreamzag
Fotos: Gustavo Valles