Según Vandenbroele, Kirchner ordenó buscar financistas para Ciccone

Néstor Kirchner ordenó el operativo rescate de la imprenta Ciccone, que fabricaba dinero, al considerarla una empresa estratégica que no podía quedar en manos de sus enemigos políticos ni de empresarios extranjeros. Así lo sostuvo Alejandro Vandenbroele, que no sólo complicó al ex presidente, sino también al ex vicepresidente Amado Boudou y al banquero Jorge Brito, a quien señaló como financista de la operación.

El juez federal Ariel Lijo se disponía ayer a tomar medidas respecto a Brito para evitar que se perjudique la investigación, como pidió el fiscal Jorge Di Lello. Vandenbroele admitió que Brito le pagaba una mensualidad y los honorarios de sus abogados para que no hablara, lo cual es suficiente para entender que se obstruye la Justicia. 

Brito ayer pidió licencia como presidente y director del Banco Macro. Se le comunicó ala Comisión Nacional de Valores y dijo que lo hace "para preservar a la entidad de los ataques de los que está siendo objeto en el orden personal", según un escrito que presentó.

Vandenbroele declaró ante la Justicia como "arrepentido" que el dinero para la capitalización de Ciccone lo pusieron Brito y el banquero Raúl Moneta, recordado en nuestra provincia por la histórica quiebra del Banco de Mendoza.

Sin embargo, detalló que ellos dos no podían aparecer porque Cristina los detestaba. A Moneta, por menemista; a Brito, porque creía que estaba detrás de la corrida bancaria de 2010.

Moneta fue declarado inimputable por la Justicia, ya que se encuentra enfermo tras sufrir un ACV. El ex banquero se presentó para reclamar el dinero que puso para levantar la quiebra de Ciccone y capitalizar The Old Fund, la empresa de Vandenbroele, pero luego desistió y retiró su reclamo.