Con la Argenta, estafan a jubilados en Tunuyán

Empleados de Anses de Tunuyán están siendo investigados por la justicia por una serie de presuntas estafas cometidas en el marco del Programa Argenta.

Con la Argenta, estafan a jubilados en Tunuyán

Por:Christian Sanz
Secretario Gral. de Redacción (click en autor)

Mientras estas líneas se escriben, dos expedientes avanzan en la investigación de empleados de la Anses de Tunuyán que habrían estafado a un grupo de jubilados en el marco del Programa Argenta, aquel que supo cobrar celebridad por la tarjeta que ostentaba el mismo nombre.

De acuerdo a sendas causas judiciales, la operatoria sería siempre igual: los "pasivos" deben pagar un importe concreto a empleados de la UDAI para que les sea otorgado el préstamo de marras.

Si bien la operatoria suele hacerse a través de un trámite que involucra el agobiante pedido de turno al 130 y la burocracia posterior, en estos casos todo se gestiona fuera de esos cánones, con un encuentro que se corona en el primer piso de la UDAI.

Los jubilados, otra vez estafados

En estas horas, hay al menos una veintena de damnificados/denunciantes: se trata de jubilados que se sienten damnificados por lo ocurrido.

Ciertamente, no se trata de una nueva estafa, sino de una variante de algo que que publicó el Post en 2015: “Los hechos, según pudo reconstruir este diario sobre la base de fuentes de la propia Anses y la fiscalía de Tunuyán, se dieron hace casi un mes, luego de que una jubilada descubrió que alguien había sacado un crédito a su nombre. No fue complicado: le llegó el reclamo por el pago de la pertinente cuota”.

Ver además: Estafa en Anses de Tunuyán con tarjetas Argenta

Frente a estos hechos "novedosos", la justicia ha sustanciado dos expedientes: el FMZ 26989/17, que investiga el posible “abuso de autoridad y violación del deber del funcionario público” y el FMZ 37719/17 que refiere a la “defraudación contra la administración pública”. Uno tramita en la Fiscalía Federal Nº 1 y el otro en la Fiscalía Federal Nº 2.

Según fuentes judiciales consultadas por este diario, las sospechas llegan hasta lo más alto de la Anses tunuyanina. No obstante, el foco se ha puesto sobre una empleada llamada Soledad Cisterna, que aparece insistentemente mencionada en las causas de marras.

Silvia Baggio, a cargo de la Anses de Tunuyán

"Es una trabajadora que no se desempeña en atención al público, sino en recursos humanos; y es la más complicada", reveló al Post una fuente judicial, al tiempo que confirmó que la UDAI de Tunuyán ya fue notificada respecto de uno de los dos expedientes.

Entretanto, el Post habló con la titular de la UDAI de ese Departamento, Silvia Baggio, quien aseguró sin dudar: “No tengo conocimiento de ello, me estoy enterando por vos”.

-¿No escuchó hablar de Soledad Cisterna?

-Sí, es una empleada de la Anses, pero no tengo idea de denuncias, ni de que haya denuncias en la UDAI con ese tipo de manejos. Hoy por hoy el crédito está en la caja de ahorros de los jubilados.

-¿Hará algo la UDAI?

-Va a ver que tomar cartas en el asunto.

Sospechas y suspicacias

Hay dos elementos que mueven a la sospecha: por un lado, la confirmación judicial de que la UDAI fue debidamente notificada, algo que niega la propia Baggio.

Por el otro, la operatoria de otorgamiento de créditos: según pudo confirmar este diario, en los casos en que los préstamos se dan sin pedido de turno necesitan sí o sí la autorización de los jefes de la oficina de Anses en cuestión. 

Como sea, el Post habló con fuentes de la Anses de la región Cuyo, quienes se mostraron en ascuas respecto de las denuncias mencionadas más arriba. 

No obstante, mostraron apoyo a la gestión de Baggio: “Trabajamos en equipo, sobre todo en lo operativo y lo que necesita la gente”, sostuvieron. Y aclararon que avanzarán contra la eventual corrupción surgida por este tema.

Por ahora, solo hay promesas y un expediente judicial que avanza, sin prisa pero sin pausa. Habrá que ver qué ocurre en las próximas horas, no solo en la justicia, sino también en la dependencia de la Anses. 

Hoy por hoy, lo que importan son los hechos, no las palabras.