Luis Lobos traficó dólares desde Canadá

Lo confesó en su indagatoria por enriquecimiento ilícito. Dijo que así se explica su patrimonio. La AFIP lo multó y lo siguen investigando. La justicia cree que miente y que no podrá justificar su riqueza.

Luis Lobos traficó dólares desde Canadá

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

El ex intendente de Guaymallén Luis Lobos confesó haber introducido al país de modo ilegal 200.000 dólares en el año 1992, traídos de Canadá, con lo que pretendió justificar ante la fiscal de Delitos Económicos Susana Muscianisi el desmesurado incremento de su patrimonio mientras estuvo en la función pública, lo que le valió una imputación por enriquecimiento ilícito el 9 de agosto último.

La causa por el enriquecimiento de Luis Lobos fue iniciada en diciembre de 2014, luego de una investigación jurídica y periodística minuciosa publicada por Mendoza POST, y presentada a la justicia en simultáneo por los abogados Carlos Varela, Lucas Fallet, Pablo Moreno y el concejal de Guaymallén por el FIT Federico Telera, claves en la investigación. Posiblemente, es la imputación más grave que recae sobre Luis Lobos, entre las cuatro que tiene. En este caso, también está imputada su esposa Claudia Sgró.

Las otras tres causas contra Lobos también partieron de la investigación colaborativa de la que participó este diario. En esos expedientes, el ex intendente está acusado por fraude al Estado, administración fraudulenta, sobreprecios, licitaciones amañadas, y por la contratación de ñoquis. La causa que ya está lista para ir a juicio oral es el "Caso Fara", la contratación de una empleada doméstica de la familia Lobos-Sgró como empleada municipal, sin que la mujer lo supiera. María Elena Fernández, madre de Claudia Sgró, era quien se quedaba con el sueldo de la empleada de su casa, Laura Fara. La "mucama ñoqui" descubrió su condición de tal cuando la nueva gestión le llamó para que se presentase a trabajar. En ese caso están imputados Lobos, su esposa, su suegra, Silvina Alcaraz, una sobrina de Lobos que trabajaba en Recursos Humanos de la Municipalidad, y tres ex funcionarios más.

Lobos, Claudia Sgró y María Elena Fernández, ingresando a una fiscalía.

El enriquecimiento

La fiscal Muscianisi -quien ordenó todas las causas del Caso Lobos una vez que asumió los casos, este año- tomó el primer expediente, la denuncia "madre" que disparó todo y rápidamente advirtió que el ex funcionario no podría justificar ni siquiera los bienes que había declarado. Por eso, ofició a la Fiscalía de Estado para que obligue a Lobos a presentar comprobantes, facturas, documentos que justificasen la posesión de su mansión en Guaymallén, autos de alta gama, dinero en efectivo, lotes, departamentos, y otros bienes. Como el ex intendente no lo hizo, le imputó el delito de enriquecimiento en agosto de este año. Es imposible pagar todo lo que tienen Lobos y Sgró con sueldos municipales, aunque fueren el de concejal y luego intendente.

Esta es la mansión de Lobos, que mostramos en nuestra investigación, tres años atrás:

Dos meses más tarde, Lobos pidió ampliar la indagatoria, con la asistencia de Anahí Venier, una de sus abogadas. Lo hizo el 6 de octubre, hace poco más de un mes. Y para "cuadrar" sus números, confesó haber traficado dólares desde Canadá. "...yo viví cinco años en Canadá, lo cual trabajé como constructor en la República Argentina, y también tuve una empresa de servicio de limpieza, traje 200.000 dólares en el año 1992, los cuales cambié en el año 2011 a 3,96 el dólar, que da un poco más de 792.000 pesos" adujo, para explicar de dónde había sacado el dinero para su lujosa casa en un barrio privado de Guaymallén, sobre la calle Tirasso 4357.

Quienes conocen a Luis Lobos saben que miente. En 1992 regresó a Mendoza con "las dos manos atrás". Se fue a vivir a un departamento de sus padres en el Barrio Unimev con su esposa de entonces Gladys Contotanasi, en la calle Navarro al 796, y andaba en un Renault 21 destartalado. Consiguió un empleo como municipal en Guaymallén. Pero guardó en el colchón durante casi 20 años, 200.000 dólares. Sobrevivió a la "híper", el Tequila, la caída de la Convertibilidad, y la crisis del 2001, para construirse dos décadas más tarde la mansión de sus sueños con su nueva esposa Claudia Sgró. Sinceramente, el ex intendente debe tener un pobre concepto de la inteligencia de la fiscal Muscianisi y de los jueces que le toquen en su largo derrotero judicial. Su declaración no superaría el test de un estudiante de Ciencias Económicas de primer año.

Los denunciantes de Lobos.

En otro tramo de su indagatoria, Lobos volvió a mencionar los 200.000 dólares para justificar "la famosa casa", como él mismo reconoce respecto de su inmueble, mostrado con un drone en nuestra investigación publicada el 4 de diciembre de 2014. "...reconozco un único error... no haber declarado los 200.000 dólares en 1992 y por lo tanto la AFIP tengo que pagar". La gramática incorrecta de la oración, es producto de la declaración textual de Lobos, aunque se entiende bastante. Prefirió confesarse evasor, ante la perspectiva de ser condenado por corrupción.

La declaración indagatoria de Lobos consta de unas diez carillas. No permitió preguntas de los querellantes, es decir, de los abogados que investigaron con el POST, y acompañó una serie de ecuaciones y valoraciones para justificar su incremento patrimonial. En fuentes de la fiscalía, en tanto, dijeron que las cifras "no justifican en nada" el patrimonio de la pareja Lobos-Sgró.

La AFIP ya metió a sus peritos en el Caso Lobos, por pedido de la fiscalía, y habrá nuevas pericias. En su declaración en sede fiscal Lobos presentó la actuación de la AFIP como un "recálculo" de Ganancias y Bienes personales y adujo que su contador le recomendó acogerse a la ley 27.260, la del "blanqueo" con la que el gobierno nacional armó su plan de reparación histórica para jubilados. Según fuentes de la investigación, Lobos está pagando 600.000 pesos en cuotas por ese blanqueo, a modo de multa.

Hay otros datos curiosos en la declaración de Lobos. Para "bajar" el precio de su casa, reconoció haber comprado áridos y ladrillos "en negro". Y olvidó por completo quién había sido el primer arquitecto de la obra, dato que nadie que haya construido su vivienda olvida jamás. Sí pudo recordar que la segunda arquitecta fue la esposa de su ex secretario de obras públicas, Federico Sampieri.

A Lobos le esperan nuevas visitas de la AFIP, según pudo averiguar este diario, en el marco de la causa por enriquecimiento. Habría en marcha un pedido de la fiscal Susana Muscianisi para peritar de modo integral hasta las terminaciones de la mansión Lobos-Sgró, a fin de determinar su verdadero valor. Y se harán además nuevas pericias sobre los números que presentó el ex intendente junto a su abogada Anahí Venier.

En su declaración, el intendente no hizo mayores menciones a las otras causas. Ya dijimos que el Caso Fara está por salir a juicio. Y en el Caso Wanka, por el alquiler fraudulento de una planta de asfalto,  la justicia le rechazó todas las medidas con las que intentó desacreditar la investigación, aun en cámara de apelaciones. Lobos, su esposa y otros ex funcionarios tienen costosos lotes en los emprendimientos Sol Andino.

La documentación con la que Lobos acompañó su indagatoria es confusa, incompleta, e insuficiente según evalúan en la fiscalía. Ello podría ser una estrategia judicial para embarrar la cancha y confundir a los peritos. Por lo pronto, en las próximas semanas el ex funcionario tendrá con qué entretenerse, cuando eleven a juicio la causa por la mucama ñoqui. Muy probablemente el caso de corrupción más vergonzante y de peor calaña, de todos los que se le acusan: Abusaron de la confianza de una mujer empleada doméstica de su suegra, para robarse unos 350.000 pesos en sueldos.

Ni siquiera lo ocultaron. La suegra de Lobos cobró cada uno de esos salarios en un cajero automático del Banco Nación, con la tarjeta de débito de la víctima.

¿Por qué no está preso Lobos? 

En el país donde están detenidos Amado Boudou, Julio De Vido, Ricardo Jaime, Roberto Baratta, Lázaro Báez, y algunos más, es raro que el ex intendente esté libre. Sucede que -como Cristina- hace buena letra judicial. Va a las audiencias, intenta defenderse, y no habría buscado entorpecer la investigación. Claro que por las dudas, cada 15 días debe reportarse y firmar asistencia en la fiscalía, y los pasaportes del ex intendente y su esposa están retenidos por la Justicia.

No sea cosa que se les ocurra tomarse unas vacaciones lejanas.