Desde el miércoles presentaba síntomas, pero diferentes médicos tardaron hasta el miércoles para poder darle el diagnóstico.
Un bebé del Valle de Uco padece botulismo y está grave en el Notti
Un hecho tiene alarmada a toda la sociedad del Valle de Uco. Detectaron el caso de un bebé con botulismo lactante en San Carlos, se trata de Fausto Valentino que se encuentra en internado en el hospital Notti.
El domingo su madre detectó que su hijo no actuaba con normalidad y comenzó la odisea para tratar de descubrir lo que estaba afectando a su pequeño.
“Dejó de tomar la teta, dormía todo el día y se quejaba. Le costaba respirar y tenía llanto silencioso”, dijo Diana Ortega, su madre de 21 años.
Esa misma noche decidió llevarlo al hospital de Eugenio Bustos: "Estuvo internado desde las 8 hasta las 17. Le hicieron muchos estudios y todos daban bien. Los médicos me dijeron que tenía anginas y un hongo en la lengua que por eso no podía tomar la teta. Le dieron paracetamol en gotas para la fiebre y me mandaron a mi casa”, relató Diana a diario Los Andes.
Valle de Uco ya ha sufrido varios casos por esta enfermedad.
Al pasar las horas y viendo que su hijo no mejoraba, Diana optó por llevarlo al hospital Scaravelli de Tunuyán, en donde los doctores le dieron el mismo pronóstico que en el primer nosocomio.
Nuevamente el bebé vivió una noche muy dura y por eso en la mañana del martes regresó con su hijo al hospital de Eugenio Bustos en donde le colocaron suero porque estaba deshidratado.
Al no encontrar respuestas de lo que le estaba ocurriendo a su menor decidió seguir buscando opiniones y por eso, su padre le consiguió un turno con el pediatra de La Consulta.
“Ahí lo llevé cerca del mediodía y la doctora me pidió la derivación con urgencia al Notti. Recién el martes a la noche lo internaron, quedó directamente en terapia intensiva cerrada, le hicieron un análisis de la materia fecal y con eso tuvieron el diagnóstico de botulismo lactante”.
Mientras esperan la evolución del bebé Diana explicó que recién “se pueden ver en tres meses, en seis meses o en dos años”. Y que además “le pueden quedar secuelas. La vida de Fausto todavía corre peligro porque se puede descompensar y puede pasar cualquier cosa”.
Por estas horas, Fausto está internado estable, pero grave con respirador, sonda y un catéter para hacerle transfusiones.
