Se acabó la transición, empieza el verdadero plan de Macri

El presidente apuntó a una reforma profunda, bajo el paraguas de acuerdos que serán complejos.

Se acabó la transición, empieza el verdadero plan de Macri

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

No hay más “período de prueba”. El presidente Mauricio Macri, con el respaldo electoral enorme conseguido el domingo 22, dio por terminado el período de “transición” y cerró la etapa en la que su gobierno pareció tener como único objetivo evitar el regreso de Cristina. Y ahora sí, parece que veremos la esencia del “cambio” tan proclamado, y que no se veía con claridad.

“Todos deberemos poner un poco” anuncia Macri. Esto quiere decir que se meterá con inequidades, desequilibrios, abusos, para corregir el rumbo que será orientado, desde ahora, en reducir el déficit fiscal. El mensaje parece a medida para muchas economías como la mendocina, en la que su principal producción goza de beneficios impositivos. Habrá pataleos.

Los ejes trazados por el presidente indican un camino. Bajar los impuestos al trabajo y a la producción, a cambio de subir otros. No los precisó, pero pronto conoceremos los alcances, ya que el miércoles será enviado al Congreso el proyecto de reforma tributaria.

La economía argentina tiene varios desequilibrios. De todos habló el presidente. El déficit fiscal es lo primero, y pidió a las provincias bajar el gasto político y auditar cuentas de los municipios.

Héctor Magnetto (Clarín) y el ministro Nicolás Dujovne.

Avanzará sobre privilegios. “No puede ser que haya regímenes de excepción con gente que se jubila a los 40 o 50 años, mientras otros argentinos trabajan hasta los 65”. De inmediato dijo que nuestro sistema jubilatorio no da más. Pero no tomó en soledad la decisión de hacer modificaciones. Saldrán de un diálogo social y político.

También le apuntó a los sindicatlistas. “No puede haber 3.000 gremios con 600 paritarias... necesitamos organizaciones sindicales fuertes, comprometidas, transparentes y democráticas” aseguró ante gremialistas, empresarios, gobernadores y jueces.

Más empleo y menos pobreza, más transparencia y reformas orientadas al trabajo, que serán dolorosas para muchos que deberán ceder un poco. Ese es el compromiso que buscó plasmar el presidente.

Los ejes trazados por Macri configuran el rumbo de un gobierno que -ahora con el respaldo suficiente- ha decidido gobernar con el uso de todo el poder reunido en las elecciones, pensando ya en una Argentina de mediano y largo plazo. Habrá que analizar cada proyecto de ley en concreto, cada reforma, para ver si ese rumbo contiene un verdadero plan. Los ejes planteados, parecen seguros: menos impuestos al que produce, mejores leyes laborales, menos mafia de los juicios, menos burocracia (contó que un exportador de limones debe hacer 168 trámites para exportar), sindicatos que ayuden a sostener el empleo y no al enriquecimiento de sus dirigentes, estados provinciales que apunten a la austeridad, y lo mismo para los municipios. Bajar más la inflación, e ir tomando menos deuda, algo que -confesó- no le gusta, pero que a su criterio es mejor que emitir dinero inflacionario. Y un corte brutal a la impunidad, en el que buscó comprometer a los jueces. Por eso estaba en el CCK escuchando el discurso, el presidente de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti.

Ese país que intentan configurar, es mejor para atraer inversiones, y trabajo, que el país de la grieta, la chicana política, y el rumbo diletante de una economía sin plan.

Veremos qué pasa, y cómo usa Macri el crédito que le han dado los argentinos. Hoy ha dado una señal importante.