Así se negoció la autopsia de Maldonado

Fue arduo poner de acuerdo a cinco querellas: la familia Maldonado, organismos de Derechos Humanos, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, y el abogado de Emanuel Echazú, el único gendarme que fue admitido como querellante, y sobre el que hay algún grado de sospecha. Es el que apareció con la cara partida en el medio del operativo en el que desapareció Santiago Maldonado.

Es que la autopsia del cuerpo de Santiago Maldonado –este medio confirmó la identidad mediante fuentes reservadas, el mismo martes- arrojará datos clave para la investigación. Primero, la hora de su muerte, las causas, y si recibió golpes y balazos. También si fue “plantado” como dijo al país ayer Verónica Heredia, la abogada de la familia, o cuánto tiempo estuvo donde fue hallado.

Ayer, en la Casa Rosada recibieron con cierto alivio trascendidos sobre la aparente ausencia de señales violentas en el cuerpo del artesano, que apareció ayer en aguas del río Chubut 300 metros río arriba del lugar de su desaparición, en el tercer operativo en la zona. Un llamado había alertado al juzgado federal de Esquel sobre la presencia del cuerpo en el río. En tanto, funcionarios del gabinete nacional confirmaron al POST que no habrá mayores intervenciones públicas del gobierno hasta que el juez o la familia confirmen efectivamente la identidad de Maldonado. Ello podría ocurrir el viernes.

El DNI

Hubo una identificación previa de Maldonado en la morgue de Esquel, el martes, de la que nadie habló hasta que anoche, la propia familia debió admitirla en la conferencia de prensa que dieron en Esquel. Esa identificación se resguardó para proteger a la familia: el cuerpo de Santiago llevaba su DNI en un bolsillo. Sergio Maldonado, que estaba en Bariloche y se trasladó con su familia a Esquel, se reunió con el juez Gustavo Lleral en la morgue. Pero no ingresó a reconocer el cuerpo. No lo vio. Prefirió no hacerlo. “Nunca entró, se quedó afuera” dijo una fuente. Entonces, el juez le mostró la fotografía del DNI que portaba el cadáver en el bolsillo del pantalón. Anoche en la conferencia, Sergio Maldonado dijo que la presencia del documento no implicaba la identidad del cuerpo. Y repitió las sospechas. Creen que el cadáver fue “plantado”, y que Gendarmería mintió.

A pesar de las reservas de la familia, para el juez Lleral y para la fiscal Silvina Ávila, el problema de la identidad está zanjado. Tampoco lo dirán hasta que la pericia de ADN confirme la identidad. La familia ya ha avisado que no aceptarán ninguna otra seña particular, como por ejemplo los tatuajes de Santiago, ampliamente difundidos en el mundo luego de su desaparición. La identidad del cuerpo seguirá siendo el tema central al menos 48 horas más. Este diario, Mendoza POST, fue el primer medio del país en confirmar el dato apoyado en tres fuentes propias, hasta que seis horas después varios medios y periodistas fueron replicando la información, cada quien con sus informantes.

Más allá del proceso formal de identificación, los preparativos de la autopsia fueron una negociación muy pesada, en este caso para la fiscal Silvina Ávila. Pero no la única. Parece que los mapuches de la Pu Lof Cushamen perdieron la flexibilidad que habían asumido al “permitir” el tercer operativo, el que dio con el cuerpo, el último martes. Ayer, el juez Lleral quiso volver al lugar para hacer un rastrillaje de otro tipo de elementos. “Hubiera sido importante recoger muestras de agua, de flora, de fauna del lugar en el que apareció el cuerpo. Ello podría dar muchas certezas sobre las circunstancias de la muerte de Santiago” confió al POST una fuente del caso. Pero los mapuches no lo permitieron y plantearon una exigencia ridícula. El lonko preso y sujeto a un juicio de extradición a Chile, Facundo Jones Huala, debía “dar autorización” al juez federal Gustavo Lleral para volver a ingresar a “su” territorio. Las cesiones de soberanía en que ha incurrido la justicia en todo el conflicto con los mapuches separatistas, desde el último verano, han sido francamente increíbles. Jones Huala ha sido la fuente de todos los problemas.

La autopsia

Los intereses cruzados respecto de la necropsia de Maldonado son enormes. Desde la abogada de la familia Verónica Heredia, quien ya oficializó la hipótesis oficial de la familia (el cuerpo “plantado”), hasta el gobierno, que reza porque el artesano muerto no tenga ni un rasguño.

Finalmente, terminó definiendo el dinero, porque los organismos de Derechos Humanos, salvo el CELS, andarían cortos de fondos, confió una fuente. Por lo tanto, se acordó que los querellantes presentarían un único pedido de pericias y un único perito de parte, punto por punto; para concentrarse en ello una vez se haga la autopsia. Hasta anoche, los peritos de la familia Maldonado no habían presentado sus demandas. Deberán hacerlo hoy, porque según información con la que cuenta este diario, la autopsia se hará mañana. Esta mañana, partió el vuelo con el cuerpo hacia Buenos Aires, previa escala en Bahía Blanca.

Los puntos de la pericia son complejos. Es decir, qué buscar en ese cuerpo, que si es bien interpretado dirá qué le pasó aquel 1 de agosto en el río Chubut. La fiscalía propuso aplicar una guía internacional, el “Protocolo de Minnesota”, aceptado por las Naciones Unidas, que consiste en una serie de procedimientos cuidados para verificar si un cuerpo sufrió golpes, balazos, muertes violentas, secuestros, torturas, “picana”, inmovilizaciones, u otros tormentos. Pero la abogada Verónica Heredia no confirmó si va a adherir a ese protocolo, a propondrá algo distinto.

De acuerdo a las fuentes consultadas, la autopsia se haría este viernes. Como sí se confirmó, será en el Cuerpo Médico Forense con la participación de peritos de todas las partes, y del Equipo Argentino de Antropología Forense.

Las fotos

Ayer, desde muy temprano, se viralizaron las fotos obtenidas en el cuerpo que hallaron en el rio. Esas fotos fueron tomadas en la sala de la morgue, mientras el juez Gustavo Lleral hacía la inspección, Anoche la familia dudó sobre su autenticidad, pero expresó su dolor por la difusión de esas cuatro imágenes, muy explícitas, en algunas páginas de Internet y canales de TV. Los principales medios anclados en Buenos Aires, se abstuvieron de publicarlas. La misma decisión tomamos en el POST.

Las fotos muestran un cuerpo muy compatible con las descripciones de la vestimenta de Maldonado. Los borceguíes, la campera celeste, el pullover de lana, y otras señas personales, como el color de piel, el cabello, y la barba. Y por supuesto, estaba del dato del DNI en el bolsillo.

Pero las imágenes, según pudo confirmar este diario, son reales, y pertenecen al operativo. De hecho, ayer a primera hora, cuando la viralización ya era incontenible, el juez Lleral convocó a todas las personas que estuvieron en contacto con el cuerpo de Maldonado una vez fue depositado en la morgue, y ordenó las descargas de las imágenes de todos los dispositivos. Va a comparar las que fueron capturadas, con las que se difundieron y que circulan por las redes sociales y por los teléfonos de buena parte de la Argentina, “para ver desde cuál de los equipos se difundió” contó uno de los investigadores. Es una vergüenza el que esas fotos se hayan filtrado. Son importantes para la investigación, pero no para que circulen hasta en los teléfonos de los adolescentes.

Finalmente, mientras todo se acomoda para los peritajes sobre el cuerpo de Santiago Maldonado, queda claro que la familia seguirá pulseando por la desaparición forzada, la hipótesis del cuerpo “plantado”, y el rol central de Gendarmería en la muerte del artesano. Para eso habrá que esperar la autopsia.

Y para confirmar la identidad, apenas horas. Aunque ya nadie lo duda. Es Santiago Maldonado.