Según los especialistas: "Las campañas viales tienen que ser sangrientas"

En la Argentina el promedio de muertes por accidentes de tránsito por año es de 7500 víctimas. La cifra se repite de igual manera desde hace 20 años. En Mendoza durante el 2017 ya fallecieron 159 personas, 50 más que en 2016.

"Las personas tienen que entender que se pueden morir".

Un dato no menor a destacar, es que el parque automotor en el país ha crecido exponencialmente durante estos años pero la cantidad de muertes permanece intacta. Según explicó el referente de la organización Luchemos por la Vida, Alberto Gasparini, al Post: "este dato no es optimista porque muchos países del mundo han reducido la cantidad de muertes y acá no".

La palabra accidente se define como: "suceso imprevisto que altera la marcha normal o prevista de las cosas, especialmente el que causa daños a una persona o cosa" pero en el caso de los siniestros de tránsito, hablar de accidente propone una postura irresponsable.

Esta apreciación se rescata de la afirmación de Gasparini al decir que "siempre que hay un choque, hay causas y se podría haber evitado". Es decir, los "accidentes" de tránsito son siempre provocados por negligencias de distintos tipos, son situaciones que pueden ser evitadas si se apela a la prevención.

En Mendoza, en 2013, una campaña de prevención de accidentes que difundió el Gobierno provincial se volvió muy polémica "Vida y vuelta":

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Pero a su vez, la palabra "prevención" resulta un poco fría cuando se trata de perder vidas humanas. Por esto es que al profundizar sobre este aspecto, el especialista rescató que las campañas deben ser sangrientas: "Las campañas de concientización no pueden ser blandas, los accidentes tienen que ser rojo sangre. Las personas tienen que entender que se pueden morir".

Si bien las causas más comunes de los siniestros de tránsito, ya sean choques o atropellamientos, son el exceso de velocidad y el consumo de alcohol al conducir –o incluso la combinación de ambas-, Gasparini resaltó que circular a velocidades no permitidas o tomar bebidas alcohólicas es una decisión que el conductor toma por no haber creado consciencia sobre el riesgo de vida que implican.

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Para combatir los accidentes de tránsito entonces, el foco no debe estar puesto tanto en las causas, que pueden ser innumerables, sino en las consecuencias. El referente de la ONG afirma que mostrarlas crudamente podría generar mayor consciencia: "Por ejemplo si la gente supiera que circular a 50km/h aumenta 40 veces el peso de cualquier persona, animal o elemento que esté dentro del vehículo. En ese caso, un perro de 10 kg pesaría unos 400 kg. ¿Se imaginan si un elemento de 400 kg golpeara en la cabeza del conductor? O que se han encontrado cuerpos a 20 metros del lugar de colisión por no usar el cinturón".

"Campañas televisivas, carteles en las rutas, fotos o folletos, no son efectivos cuando no hay consciencia del riesgo de vida. Si la persona cree que no le va a pasar nada, ningún cartel la puede convencer de ponerse el cinturón".

Gasparini resaltó también la importancia que tiene el control de las autoridades sobre los infractores: "Si los conductores saben que no hay controles no van a bajar la velocidad o dejar de usar el celular. En los bancos, por ejemplo, un empleado de seguridad le llama la atención a quien use el celular dentro de la entidad. Esto no pasa en las calles".

Durante las madrugadas de sábados y domingos las salas de hospitales se llenan de víctimas de "accidentes" de tránsito. A las redacciones llegan las noticias de los fallecidos que estrujan el corazón. Y la cosa no cambia. Cada fin de semana al menos una o dos personas mueren por siniestros viales.