¿Cuándo debería ser el Día de la Madre?

Las madres más influyentes de nuestro país que merecen un día en el calendario.

¿Cuándo debería ser el Día de la Madre?

Por:Ana Paula Negri
Periodista

Esta semana una discusión invadió las redes sociales en relación a la fecha en la que debería festejarse el Día del Padre. La discusión se centró en dos opciones: el tercer domingo de junio, una fecha comercial impuesta por Estados Unidos, y el 24 de agosto que está relacionado al día en que el General Don José de San Martín se convirtió en padre gracias al nacimiento de su hija Merceditas.

Muchas madres fueron imprescindibles para la historia argentina.

Se podría considerar como Día de la Madre la fecha de su natalicio, el día en que se convirtieron en madres por primera vez, otro acontecimiento importante de sus vidas o la fecha de su fallecimiento. 

En principio a nadie se le ocurrió pensar que el mismo día María de los Remedios de Escalada también se convirtió en madre o que durante la gesta patriótica y otras épocas históricas críticas de nuestro país tuvieron sus propios actos heroicos.

Claro que nunca serán comparables con llevar a un ejército a cruzar la cordillera de Los Andes para liberar cuatro países como se le atribuye al prócer favorito de los mendocinos pero las mujeres en esos años tuvieron un lugar social bastante relegado a las tareas del hogar.

A pesar de tener un espacio reducido en decisiones políticas, muchas mujeres se las arreglaron para dejar su marca en la historia con importantes reclamos, incluso ya entrado el siglo XX. Estas son algunas de las mujeres que merecen que se las recuerde como “Madres de la Patria” (solo tomando en cuenta a aquellas que tuvieron hijos):

Juana Azurduy (1780 – 1862)

Juana Azurduy fue fundamental en las batallas por la liberación de la Argentina del virreinato del Río de la Plata. Se casó con Manuel Ascencio Padilla en 1805, y juntos se sumaron a las guerras independientistas.

En 1812, ya con cuatro hijos, ambos se pusieron a las órdenes del general Manuel Belgrano. Ese mismo año, Azurduy fue herida en la batalla de La Laguna y su marido herido de muerte, tras intentar rescatarla. Más tarde Azurduy se unió a las filas del caudillo salteño Miguel de Güemes, con quien combatió hasta su muerte en 1821.

Juana murió indigente el 25 de mayo de 1862 cuando estaba por cumplir 82 años. Fue enterrada en una fosa común y sus restos fueron exhumados recién cien años después y depositados en un mausoleo que se construyó en su homenaje en la ciudad de Sucre.

María Sánchez de Thompson (1786 – 1868)

María Josepha Petrona de Todos los Santos Sánchez de Velasco y Trillo, más conocida como Mariquita Sánchez de Thompson fue una patriota argentina, cuya tertulia convocó los principales personajes de su tiempo. Es ampliamente recordada en la tradición histórica argentina porque la Marcha Patriótica (actual Himno Nacional Argentino) fue cantada por primera vez en su casa, el 14 de mayo de 1813.

Tuvo ocho hijos de dos matrimonios distintos. El primero con su primo Martín Thompson tuvo como fruto a Florencia Thompson, Clementina Thompson, Albina Thompson, Magdalena Thompson y Juan Thompson. Cuando quedó viuda, contrajo segundas nupcias con Washington de Mendeville con quien tuvo otros tres hijos: Julio Mendeville, Carlos Mendeville y Enrique Mendeville y más tarde se separó.

Su casa de la calle Unquera, más conocida por todos como “del Empedrado” o “del Correo” (actualmente calle Florida al 200) acogió a las personalidades de su época, atraídas por la hospitalidad graciosa y espiritual de la dueña. Los problemas más delicados eran debatidos allí, lo mismo que los temas literarios.

Juana Paula Manso (1819 – 1875)

Juana Paula Manso es considerada la primera militante feminista argentina. Escribió el primer compendio de Historia Argentina, autora de novelas históricas dónde denunciaba la situación de los más postergados de la época: la infancia y las mujeres. Poeta y gran oradora se predisponía siempre en mítins callejeros hablando y denunciando las opresiones de la época.

Es obligada a exiliarse a Uruguay donde funda el Ateneo de las Señoritas donde asistían mujeres de todo el mundo a estudiar. Contrae matrimonio con Francisco de Saá Noronha, un violinista apenas con quien tuvo dos hijas.

A su regreso al país publica "Los misterios del Plata", donde denuncia las persecuciones de Rosas. Fue tal el éxito de su libro que vivió de esas ganancias por largo tiempo por sus varias reediciones.

En 1829 conoció a Sarmiento quien la nombra directora de la Escuela Normal Mixta Nº1. Con Sarmiento como presidente, fundó 34 escuelas con bibliotecas públicas. Fue la primera mujer vocal del Departamento de Escuelas en 1869. En 1871, fue incorporada, por Nicolás Avellaneda, en la Comisión Nacional de Escuelas, siendo la primera mujer que ocupó ese cargo.

Julieta Lanteri (1873 – 1932)

Julieta Lanteri fue una de las primeras mujeres médicas de Argentina y la primera de origen italiano en ejercer en el país. Se especializó en enfermedades psíquicas de la mujer y fundó el Partido Feminista Argentino, además de la Liga Argentina de Mujeres Librepensadoras.

Sufrió la marginación de la sociedad de entonces que negaba a la mujer otro rol que no fuera el de ama de casa y madre. Sin embargo se casó y tuvo dos hijos María del Carmen, Juan Bautista.

Fue protagonista de un hecho conmovedor que la define como mujer de convicciones firmes. En 1911 la mujer aún no estaba autorizada a votar en las elecciones. Sin embargo, cumpliendo todos los requisitos legales, se inscribió en el registro de votantes y el 23 de noviembre de 1911 emitió su voto, convirtiéndose en la primera mujer en sufragar del país. Recién 40 años después, las mujeres pudieron votar libremente.

Alicia Moreau de Justo (1885 – 1986)

Alicia Moreau de Justo es la precursora del feminismo en Argentina. Entre sus muchos logros se encuentran el apoyo y obtención de la legalización del voto femenino en el país, así como la ley de divorcio, la reforma de la enseñanza que incluiría instrucción laica, gratuita y obligatoria, la igualdad civil para ambos sexos y para hijos legítimos e ilegítimos, la reducción de la jornada laboral a ocho horas diarias, etc.

Estudió psicología y luego completó los estudios en medicina (fue la cuarta mujer en recibirse de médica en Argentina). En 1922, se casó con Juan B. Justo con quien tuvo tres hijos: Alicia Marta, Juan Roberto y Luis Justo. A los 90 años, se inscribió como miembro fundadora de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos.

Acompañaba a las madres de plaza de Mayo en las rondas y firmaba solicitadas y petitorios acerca del paradero de los desaparecidos. Fue una de las pocas figuras políticas que se opuso frontalmente a la guerra de Malvinas, en 1982. Murió a los 101 años, en la ciudad de Buenos Aires. Actualmente, la fundación que lleva su nombre entrega cada año el Premio "Alicia Moreau de Justo" a la mujer del año, el cual constituye uno de los galardones más prestigiosos de la Argentina.

Alfonsina Storni (1892 – 1938)

Alfonsina Storni fue una poetisa y escritora argentina del modernismo. Ejerció como maestra en diferentes establecimientos educativos y escribió sus poesías y algunas obras de teatro durante este período. Su prosa es feminista y posee una originalidad que cambió el sentido de las letras de Latinoamérica. El 21 de abril de 1912 nació su hijo Alejandro, sin padre conocido.

Fue diagnosticada con cáncer de mama, del cual fue operada. A pedido de un medio periodístico se realizó un estudio de quirología, cuyo diagnóstico no fue acertado. Esto la deprimió, provocándole un cambio radical en su carácter y llevándola a descartar los tratamientos médicos para combatirla.

Se suicidó en Mar del Plata arrojándose de la escollera del Club Argentino de Mujeres. Alfonsina consideraba que el suicidio era una elección concedida por el libre albedrío. Actualmente sus restos se encuentran enterrados en el Cementerio de la Chacarita.

Azucena Villaflor (1924-1977)

La avenida Azucena Villaflor recuerda a una de las 14 fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo. Se casó en 1949 con Pedro De Vincenti, un delegado sindical con quien tuvo cuatro hijos. Era una trabajadora común de una fábrica hasta que su hijo Néstor desapareció y se dedicó a buscarlo. Fue la impulsora del grupo de madres que cada jueves reclamaba en silencio la aparición de sus hijos en la Plaza de Mayo.

Fue secuestrada y desaparecida por la dictadura militar. Los militares la arrojaron viva al mar desde un avión y su cuerpo culminó en una playa de la costa bonaerense. Fue enterrada como cuerpo no identificado y posteriormente identificado por un grupo de forenses. Sus cenizas fueron enterradas en la Plaza de Mayo.

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