Los rosarinos que eligieron Mendoza y la India para el sí quiero

Sofi (30) es de Santa Fe y se fue a estudiar a los 18 años medicina a Rosario. Apenas se recibió, empezó a trabajar en un campamento de ayuda comunitaria de Sai Baba, donde conoció a Guido (40) odontólogo.  Ellos aseguran que fue gracias al gurú sus caminos se encontraron, y empezaron su relación en el año 2011.

En un viaje que compartieron juntos a Santa Fe, Guido asegura que entre charlas y mates en la ruta, sintió que ella era la mujer de su vida.

A los días,  se encargó de hacer un almuerzo especial para tener la oportunidad de conocer a Sofi. Fue un 20 de junio, Día de la Bandera, en Rosario y hacía con mucho frío, después de compartir unas ricas pastas, se fueron a pasear por la orilla del río, caminaron y tomaron mates acompañados de unos dulces pastelitos. Para ella fue como una cita robada, pero dio resultado porque a los pocos días se pusieron de novios.

"Lo que más me gustó de Guido es su humor , energía y pilas con las que se levanta a las 7 de la mañana, le gusta la vida al aire libre, hacer deportes, la naturaleza,  siempre puntual y caballero, es muy romántico, dulce, me di cuenta que era un buen hombre, sincero, de esos que no hay muchos, y eso me terminó de enamorar", describió Sofía.

Mientras que él dijo: "me entró por los ojos, apenas la vi me encantó su estética, fisonomía,  dulzura, su forma de moverse,  me encantó su voz, es muy sensual, me gustó todo lo que vi".

A ellos les encanta viajar y en una de esas salidas vinieron a pasear a Mendoza, a la casa de unos amigos de Guido. 

Sofía quedó fascinada con la tierra del sol y del buen vino, y la atención que le brindó la familia Altamirano.

Viajaron varias veces a Mendoza, y en esos viajes  siempre pasaban por la iglesia Nuestra Señora del Tránsito, que aseguran que les fascinó.

Estuvieron dos años de novios, todos los días después del trabajo se reencontraban  hasta que decidieron convivir juntos en un departamento cerca del hospital donde Sofía hacía la residencia.

Un 14 de febrero para el Día de los Enamorados, disfrutando un vino mendocino en la terraza de su departamento, Guido le propuso casamiento, eso sí le aclaró que sería en Mendoza.

"Lo hicimos todo con tanto amor, yo hice el cotillón, la decoración, con la ayuda de las hermanas de Guido, y su mamá me hizo el vestido y el traje de civil, fue uno de los años más felices de mi vida", contó la flamante esposa.

El 8 de diciembre, Día de la Virgen, Guido y Sofi se casaron en Mendoza.

"Fue todo perfecto entre amigos,  nos sentimos cómodos, quedamos fascinados con el trato de los mendocinos.Creemos mucho en Dios , Sai Baba, es nuestro maestro y nos ayudó a conectar con todo,  fue muy fácil organizar un casamiento desde lejos. Todo con algo de magia, y mucha buena energía, y nuestras familias nos acompañaron y estaban súper felices", confesó Sofi.

MIRÁ EL VIDEO DE LA FIESTA

La fiesta en Mendoza fue amor puro, teníamos ganas de compartir con nuestras familias el lugar hermoso del que nos habíamos enamorado, Mendoza, fueron cuatro días maravillosos de un fin de semana largo donde todos disfrutaron de unas vacaciones y una boda", agregó .

De luna de miel, la pareja aprovechó un congreso de medicina en la India, en enero de este año, donde combinaron amor y estudio en aquellas tierras, previo paso por Barcelona  y luego viajaron a París donde disfrutaron cuatro días románticos y mágicos.

En el sur de la India, ellos vivenciaron  una experiencia espiritual inolvidable, y como broche de oro,  cumplieron otro sueño, se prometieron amor eterno en una ceremonia íntima en un templo con  el ritual y tradición hindú.