Otra mirada sobre los resultados de las pruebas Aprender en Mendoza

Las observaciones de una exfuncionaria.

Otra mirada sobre los resultados de las pruebas Aprender en Mendoza

Por:María Inés A. de Vollmer
Docente. Ex Directora General de Escuelas

 Estos días de tanto protagonismo del discurso político y educativo son propicios para reflexionar sobre los resultados de las pruebas aplicadas en la Provincia de Mendoza a través del Operativo de Evaluación Aprender del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.

Se tomaron en octubre del 2016, es decir, evaluaron el trabajo realizado por las escuelas en los últimos años, correspondientes a varios gobiernos. Como responsable de la Dirección General de Escuelas entre diciembre de 2011 y diciembre de 2015 me alegran las expresiones del actual titular de la DGE, Jaime Correa, “Mendoza se ubicó por encima de la media nacional”, “está en el pelotón de los que le va mejor”. Emma Cunietti, Subsecretaria de Planeamiento y Evaluación de la Calidad Educativa, en una nota de prensa, destaca que en Mendoza “hay más justicia educativa, porque hay más escuelas que logran buenos resultados en contextos desfavorables”, “en primaria se deben a que “los alumnos tuvieron años atrás una buena base educativa en el nivel inicial”. Y menciona que “en las aulas con más número de alumnos se observan mejores resultados”.

La escuela, bajo la lupa.

¡Cuesta tantos esfuerzos y recursos mejorar la calidad de la educación que vale la pena detenerse y reflexionar cuando hay buenas noticias!

Los datos preliminares sobre los resultados de la Provincia indican que estamos mejor en el nivel primario que en el nivel secundario, las escuelas de gestión privada tuvieron mejores resultados que las escuelas de gestión estatal, en el nivel secundario los resultados son muy buenos en Ciencias Sociales y mejores en Ciencias Naturales, satisfactorios en Lengua y hay dificultades en Matemática con resultados por debajo del nivel satisfactorio.

Los más chicos, con mejor nivel.

La información producida por esta evaluación requiere ser analizada integralmente destacando en primer lugar los avances más significativos por nivel, disciplina y escuela. Es importante indagar qué se hizo bien y qué dificultades persisten o problemas nuevos que exigen ser atendidos con urgencia y debidamente. Los procesos de mejora de la calidad educativa en todos los niveles y modalidades demandan mucho tiempo y trabajo por la multiplicidad de factores y de actores que intervienen.

Me sorprenden expresiones muy taxativas como las del Presidente Mauricio Macri que calificó como “muy malos, sorprendentemente malos los resultados de las evaluaciones Aprender”. El Ministro de Educación Nacional, Esteban Bullrich explicó que “los resultados son malos en general y revelan una terrible crisis educativa y ponen sobre la mesa la extrema fragilidad en la calidad educativa”. El Director General de Escuelas de Mendoza manifiesta que “la situación no es buena”. Se enfatiza lo que está mal, sin reconocer los esfuerzos cotidianos de muchas escuelas, supervisores, directores, docentes, auxiliares, alumnos y padres por sostener y mejorar los resultados. Para alcanzar un buen diagnóstico de la realidad educativa el balance tiene que pesar los logros y los progresos, así como las dificultades y los problemas.

Para Abrile de Vollmer, "ni tragedia ni crisis educativa".

Todos sabemos que hay mucho por hacer y mejorar y que hacerlo demanda tiempo y recursos. Por eso la importancia de reconocer los avances y alentar a quienes los promueven y entender mejor porqué suceden, qué factores intervienen, dado que no surgen por azar. Los supervisores y directores tienen que saber en qué han mejorado sus escuelas, los docentes tener clara conciencia de los avances de sus estudiantes vinculados a la calidad de la enseñanza que desarrollan cada día en sus aulas, los alumnos conocer sus logros de aprendizaje, dónde mejoraron y por qué. Los padres participar de los progresos de sus hijos y entender las causas de estas mejoras para ser partícipes de su sostenimiento.

A los responsables provinciales e institucionales de la gestión educativa les compete analizar qué peso tienen las estrategias y programas educativos, la capacitación de los docentes y directivos, los materiales educativos, los edificios escolares, los salarios y las condiciones laborales de los docentes, el presupuesto educativo. Es importante que se identifiquen los programas que por su continuidad y buenos resultados se convirtieron en Políticas de Estado sobre temáticas prioritarias. 

La Secundaria está peor que la Primaria.

Un buen ejemplo es la Doble Escolaridad iniciada en gestiones anteriores que luego se actualizó como Jornada Extendida brindando más tiempo y actividades complementarias que apoyan a los alumnos con mayores dificultades. En el Nivel Secundario su equivalente fueron los Planes de Mejora otorgando a cada escuela disponibilidad de recursos para implementar en contraturno acciones de apoyo educativo y de profundización de contenidos y actividades para alumnos con problemas de aprendizaje. Estos son ejemplos donde se integran con equilibrio las políticas de inclusión y calidad educativa.

Finalmente es conveniente tener en cuenta el papel que juegan variables socioeconómicas como la pobreza, el desempleo, las dificultades del crecimiento económico de Mendoza que impactan negativamente en los resultados educativos, produciendo situaciones que no es competencia de los equipos docentes resolverlas.