Quincho: Por qué se fue Vaquié, y alerta por el negocio de las tierras

¡Qué semanita…! Julián sonreía divertido mientras preparaba su primera cena con “onda” de otoño, aprovechando que la temperatura estaba bajando un poco. Casi nunca presentaba entradas demasiado elaboradas en sus juntadas de amigos, pero llevaba semanas antojado con su antigua sopa de cebollas. La había aprendido a cocinar en un viaje a París en la década del 80, de manos de una jacobina intransigente amante de Maximilien Robespierre, pero igual de cabeza dura y apasionada. Inolvidable verano aquel, entre baguettes, desenfreno y cocina francesa. Sonrió mientras salteaba las cebollas cortadas en rodajas y un diente de ajo en manteca, oliva y azúcar negra. Luego agregaría un poco de caldo de carne, un chorro generoso de jerez, y crema de leche antes de apagar el fuego. Y para la cena, habría chivo a la cacerola. Una preparación difícil, que requería de cortar y desgrasar lo más posible las porciones de chivito, sellarlas en oliva, con sal gruesa, orégano, ajo, pimienta negra, y luego, ir agregando alternativamente reducción de aceto y vino blanco, hasta que el jugo amagara a consumirse, y luego, agregar otra vez. Así, hasta que quedaba el chivo hecho una manteca. Antes de terminar, el truco consistía en volcar en la olla de hierro, gigante, las papas que se freían en el caldero sobre el fuego que Julián había armado en un rinconcito del fogón. Las terminaba de cocinar junto a la carne. El aroma de la cena podría haber convocado a la vida a los mismísimos granaderos del cruce de Los Andes.

Julián degustaba un Sauvignon Blanc chileno, suave y profundo, pomelo y ruda, a modo de aperitivo. Su amigo el Ruso sacaba cuentas del negoción con las tierras de Campo Los Andes.

- Haceme acordar que te cuente lo que pasó hoy, y lo que Elisa Carrió está averiguando respecto de esto…- dijo el amigo de los negocios del grupete. El gordo tomó nota mental de lo que le decían, y se dispuso a acomodar la mesa del quincho, con gruesas rodajas de pan francés a disposición de todo el mundo. La tentación del juguito del chivo a la olla es imposible de resistir.

En el cuadro que adorna la pared norte del quincho, la que da a Las Heras, el Chueco, Néstor, el alcalde, y Raúl Querido araban unas parcelas en el cielo. Mirá que se lo iban a perder.

En el Paraíso, crecen las mejores vides. Y son gratis…

…

Los muchachos ya habían entrado en calor con la sopa de cebollas, bien caliente, y unas copas del Malbec Doña Paula Estate. La charla se armó rapidito alrededor del enroque de ministros y del viaje relámpago de Enrique Vaquié al gobierno nacional, previa escala en la vicepresidencia del Banco Nación, un lugar un poco gris, pero apto para “estar ahí” ante cualquier novedad en el gabinete. Ludovico, el único auténtico del PRO en su grupo de amigos, abrió el fuego.

- Para mí, el Enrique se fue caliente por alguna razón. No puede ser que alguien se vaya así, intempestivamente, ante una oferta del gobierno nacional. Algo pasó… Y me contaron que estaba un poco hinchado las pelotas del modo de conducción del Alfredo… que es un poco fuerte aún con sus ministros… qué se yo… ¿Habrá habido algún cortocircuito? - se preguntó el “Ludo” mientras metía una rodaja de pan francés en la olla del chivito. Julián le dio un certero cucharazo, a modo de reprimenda. Omar, el radical-radical-radical que habla con todos, incluso con los del otro lado, sacó la cara por el equipo.

- Miren amigos, siempre hay versiones interesadas. Acá, en la partida de Vaquié hay algunas razones coyunturales, y otras que son bien de fondo. Vamos con los hechos. Les aseguro que no hubo una pelea Vaquié-Cornejo. Pero sí una charla que pasó por algunos momentos de desencuentro a la hora de definir qué hacer. Primero: no es cierto que la oferta la trajo Rogelio Frigerio a la comilona en lo de Susana Balbo… la diputada del PRO que desapareció del radar desde que el infortunio le atacó el habla, en aquella nota en la que dijo que los diputados debían ganar el doble… ¿Se acuerdan? Bueno, en esa rosca, la oferta a Vaquié ya estaba sobre la mesa.

- ¿La oferta se la hizo el presidente? – preguntó el Ruso, con cierto toque de cholulismo.

- Sí, claro. El presidente… del Banco Nación… Javier González Fraga…- contestó el Omar, y los amigos se rieron con ganas a costa del Ruso. El radical del grupete siguió el relato:

- Bueno, el asunto es que Enrique le llevó el planteo a Cornejo. González Fraga, que es radical, tiene el problema de su propia “herencia”. Cuando se fue Carlos Melconián del Banco Nación, le dejó cuatro tipos propios implantados en el directorio. Entre ellos, el vice al que le dieron el raje, Enrique Szewach. Y por eso le ofreció el cargo a Vaquié, que tiene un “enchufe” directo con varios miembros del gobierno nacional. Entre ellos el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne y el de Interior, Rogelio Frigerio.

- ¿Y entonces? - preguntó Julián, impaciente.

- El Alfredo le dijo al Enrique que no estaba muy bueno ni se veía muy maduro dejar una banca de diputado nacional, y venir a “comerse la cancha” como ministro; para irse 15 meses después a un cargo menor y poco ejecutivo en el gobierno nacional. Vaquié se excusó en que ya había tenido varias ofertas, y que en todo caso la vicepresidencia del Nación es una buena plataforma, un buen “trampolín” al gabinete nacional, llegado el caso.

- ¿Pero el Enrique qué piensa del gobierno de Macri? ¿Va a calar bien ahí? - interrogó. El gordo, que tenía buen contacto con muchos de los amigos de Vaquié que lo habían empujado a la fallida carrera a gobernador en 2015, entró de lleno.

- No. Vaquié tiene una muy mala opinión de nuestro coterráneo “Pancho” Cabrera, del Juanjo Aranguren, de Guillermo Dietrich… Cree que el tipo que valía la pena mantener era Alfonso Prat Gay…. Digamos que no lo van a invitar el té, en esas condiciones. Pero se habla mucho del relanzamiento del gobierno de Macri, con achique de ministerios, y esos gestos de austeridad para la gilada. De paso, les confirmo que no va el Ernesto Sanz al gobierno nacional. El Ernesto está cómodo yendo a todas las reuniones, metiéndose en todos los temas, opinando de todo. Pero los únicos dos cargos que le interesan en el gabinete son el de la jefatura de ministros que ocupa Marcos Peña, o el de Interior que ocupa Frigerio. Justamente, son los dos que montaron “usinas” para ubicar al Ernesto en cualquier cargo del gobierno, desde canciller a embajador en Chile, o ministro de Defensa. Por supuesto, ni piensa en ser candidato a diputado nacional. Pero no pasa nada…- dijo el dueño de casa, sirviendo otra vuelta del Doña Paula. El chivo a la olla, estaba glorioso.

- ¿Y Kerchner y “Licho” Nieri, cómo van a andar en sus nuevos ministerios? – quiso saber el Ruso, siempre interesado en Hacienda y en Economía.

- Nieri no va a tener ningún problema. Sabe muchísimo de financiamiento, de como conseguir guita para el estado.  Y tiene mucha experiencia privada también. Estuvo varios años en Puente Hermanos, una casa de cambios enorme de Buenos Aires. Y a Kerchner… qué se yo… se va a llevar bien con los que se llevaba bien Vaquié… Bodegas de Argentina, el Pepe Zuccardi, la Coviar, los grandes de la industria… y se va a llevar peor con los que el Enrique se llevaba mal, o tenía trato casi nulo, como el Centro de Bodegueros del Este, las asociaciones de productores más rebeldes… qué se yo… Habrá que ver. Si el Alfredo no tiene reelección, Kerchner o Tadeo García Zalazar serán sus cartas. Vamos a ver qué estatura tiene Martín -la política, de lo otro no hay dudas- para lidiar con una gama de poderes sectoriales tan fuertes: obra pública, producción, bodegas, constructores, gremios de todo tipo, ruralistas… desde la Federación Agraria a los mapuches, empresas petroleras… Bueno, va a tener la oportunidad de comerse la cancha que el Enrique dejó a un costado…- dijo el Omar.

Los amigos masticaron un rato en silencio, y la mesa cambió de tema. Julián traía la lanza debajo del poncho.

- Lindo negocio con las tierras fértiles de Campo Los Andes… ¿no? Con un treinta por ciento de pobreza… ¿Por qué no le dan las parcelas a gente humilde que pueda trabajar ahí? Ya hay un montón de productores… ¿Todo tiene que ser negocio? – lanzó la provocación el dueño de casa. El Omar respiró hondo y lubricó la paciencia con un trago de Malbec.

- ¿Y qué querés que hagan? Es un proyecto del gobierno nacional. Y de última, está muy bien producir uvas de buena calidad. No es cierto que habrá “concentración”. Hay que esperar a ver quién financia, quién compra, cómo pueden ser las asociaciones. No es como para ponerse tan locos… Es muy buen proyecto para desarrollar tierras fiscales en las que hoy o no se hace nada, o  hay arrendatarios con contratos vencidos… y con nuevas obras en el lugar… reservorios de agua, energía, micro turbinas, electricidad, caminos… es un proyecto del carajo… ¿Qué hay de malo?

- Con Campo Los Andes y “La Remonta” probablemente nada. Pero hay que ver quiénes compran y en qué condiciones. Y si extienden o no el negocio a Estancia Yaucha, en San Carlos, que es colindante con Paso de las Carretas, donde tiene su plantación y explotación de papas Premium Fabio Calcaterra, el primo del presidente. Y va una novedad. Elisa Carrió se enteró y anda haciendo averiguaciones. No sea cosa que se venga uno de esos ataques furibundos de Lilita, como los que le dedica a Lorenzetti o a Daniel Angelici. Así que guarda… - dijo el gordo. El Ruso tenía algunas novedades.

- Miren… todavía no se sabe quién es el verdadero padre de la criatura. El Alejandro Gennari, de pésimo humor, en el programa Te Digo Lo Que Pienso reconoció a regañadientes que había gente del Valle de Uco muy interesada y que él mismo estaba trabajando en la idea. El Enrique Vaquié, antes de dejar el ministerio, fue quien lo anunció primero. Y en el gobierno dicen que “coló” otro proyecto parecido, sobre Estancia Yaucha, el que nombró Cornejo en la Coviar. Enrique y Gennari tienen buena onda, y el Alejandro a su vez es amigo de Mario Leiva, el presidente de la Sociedad Rural de Valle de Uco. Justo hubo esta mañana una reunión del Ale Gennari con los ruralistas de la zona, y parece que le fue muy bien. Rapidito le pasaron el reporte a Cornejo. Lo que se olvidaron de contarle al gobernador, es que a la reunión no dejaron entrar a productores locales instalados en Campo los Andes, ni a unos “auto convocados” que estaban a las puteadas, y que por eso cortaron la ruta 92 entre La Consulta y Campo los Andes. El martes se vienen todos al Gran Mendoza a ver si tienen visibilidad. Ojalá el proyecto sea bueno, desarrollen la zona, qué se yo… pero ojo a los “conflictos de intereses” dijo el Ruso.

El dueño de casa agregó una acotación, mientras se servía una tercera porción de chivo a la olla con papas.

- Eso era un “negocio K” que ahora le gusta al PRO. Así de fácil. Miren… cuando Milani tuvo aquel despelote por lo de La Cámpora alojada en el destacamento de Caballería, para las elecciones de San Carlos, su contacto acá y quien estaba muy interesado en hacer un proyecto así era un teniente coronel, José Terol Astrada. Muy simpatizante en aquel entonces de los pibes K. Y ahora han empezado a mencionarlo de nuevo en las conversaciones que tienen que ver con este negocio con tierras del Ejército…- acotó el gordo.

Los amigos, ya sobre el final, terminaron de pasar los pancitos en el plato y luego brindaron por el desarrollo fértil de la tierra mendocina, y si es con dólares, mejor. Después, cumplieron con el rito de acomodar el espíritu con el mandarinetto casero a modo de bajativo. De postre, había frutas frescas.

Finalmente, emprendieron el camino calle abajo, rumbo a los autos.

- Gordo… decime una cosa… ¿No es raro que los posibles candidatos a gobernador del radicalismo, se borren como Vaquié, o estén guardados como el Rody Suárez? ¿Qué pasa?

- Pasa que todos piensan que el Alfredo va a conseguir una reforma constitucional con reelección. Qué se yo… Rody, si no es candidato, es porque no quiere. Mirá las obras en la Ciudad. Cada uno va buscando su propio destino. Igual te insisto… lo que hizo el Enrique Vaquié es como dejar la primera del Tomba en la Copa Libertadores, para ir al fulbito de amigos los martes a la noche.

- ¿Y saldrá la reelección?

- No sé. Cornejo no quiere que estiren las cosas. O sale pronto, o nada. Y si es nada, tiene a Kerchner o a Tadeo para mostrar.

- ¿Quién viene a Irrigación?

- Si no es Gennari, no entiendo nada de política...

- Me llegaron chismes de Santa Rosa…

- Sí. Parece que han descubierto que a los proveedores que entre Norma Trigo y Marcos Nuarte le hicieron pagar el 100 % de su acreencia, hubo notables “aportes de campaña”. Otros, no cobraron, o no pudieron cobrar todo. Quilombo en puerta.

- ¿Qué sabés del “nene afín”, el del Dakar? ¿Sigue a full?

- ¿Con los negocios de obra pública, sin tener empresa? Tanto, que la preocupación en el PRO ya es muy fuerte aquí y en Buenos Aires. Temen quilombo con onda expansiva. De todas maneras tiene una banca muy fuerte de su amigo Amaya, de algún ministro y quizá de alguien más. 

- Mirá vos… ¿Qué agenda hay en gobierno después de la Vendimia, del comienzo de las clases? Ya el año está lanzado…

- Están tratando de mostrar cosas en Seguridad. Gianni Venier está empujando el lápiz bien duro con la reforma penitenciaria para que los presos laburen. Sobre todo, para conformar al PBE

- ¿Y eso qué es?

- El Progresistas Bien pensantes Establecidos…

- ¡Jajajajaaaaaa!

Y así, entre risas, chanzas y chirigotas, los amigos se despidieron en el sentido estricto de la palabra.