Mendocina sufrió abuso en el trabajo y se animó a denunciar

Angie Aguinaga sufrió los acosos permanentes de su jefe en su lugar de trabajo durante meses hasta que logró denunciarlo.

Mendocina sufrió abuso en el trabajo y se animó a denunciar

Por:Ana Paula Negri
Periodista

Muchas personas creen que la única manera de ejercer violencia de género es golpeando o hasta matando a una mujer, pero hay muchas maneras de agredir a una mujer sin siquiera tocarla y el acoso laboral es una de ellas.

"Te piden que tengas una selfie del tipo tocándote el culo, no la tenés"

Un caso muy cercano es el de Angie Aguinaga quien sufrió abuso laboral por parte de su jefe, Gabriel Nievas, durante muchos meses en la empresa vendedora de seguros Prudential antes incluso de poder contárselo a sus seres queridos.

Pero Angie no solo tuvo que escuchar frases como: “Con esa boca vas a vender muchos seguros” o con esos ojos, o con esa piel, sino que tuvo que soportar que la tocara en un viaje en auto a visitar a un cliente. Su jefe deslizó la mano sobre su pierna mientras ella debía seguir manejando su auto hasta el lugar.

Angie comenzó a enfermarse por el acoso que sufría.

(Foto Ilustrativa)

En diálogo con el Post, Angie aseguró que lo que encendió una alarma en ella fue principalmente la frecuencia con la que ella percibía estas agresiones: “empecé a anotarlas en un papel y cuando pude tomar consciencia eran 11 veces en el mismo día. Te volvés loca”.

Además, ella empezó a notar que se estaba enfermando: "Empecé a engordar, a vestirme diferente, camisas bien cerradas, todo suelto, cuando nunca había sido mi onda para nada vestirme así. Empecé a afearme, me hice hasta consciente de eso, no pasó desapercibido en mí".

Ayuda

Además de llevar adelante una terapia psicológica y psiquiátrica que la ayudaron mucho a enfrentar la situación, Angie explica: “hubo dos factores más que a mí me salvaron: una es que estoy haciendo una formación para ser coach ontológica y en esa formación se trabaja mucho, y tenés coach que te ayudan a trabajar ciertos aspectos tuyos. Y yo gracias a eso y el canto, otra cosa que empecé a hacer es a cantar, pude hablar. Yo no podía hablar de esto, ni con mi familia, ni con mis amigas, ni con nadie”.

Si sufrís acoso laboral, buscá una persona de tu confianza para contarle lo que te pasa.

(Foto ilustrativa)

Lo más difícil: hablar

Ante semejante abuso de autoridad y de su condición de hombre sobre el cuerpo de Angie es que ella finalmente decide contarle lo que ha sufrido a su mamá quien le recomienda que denuncie inmediatamente al agresor y que le describa a su marido toda la situación.

En diálogo con el Post, Angie relató el momento: “me acuerdo que estaba en la cocina yo cortando una cebolla para hacer una salsa porque venían unos invitados a comer el sábado a la noche y se lo conté de espaldas, me acuerdo que no lo podía mirar a la cara para contárselo, un horror. Y a mi marido casi le da un infarto, se puso re mal, te diría que hasta lloró. Fue una cosa así muy heavy y me dijo: ‘lo denunciás’ en el acto”.

La denuncia

En primera instancia, la víctima denunció a su jefe dentro de la empresa y Prudential hizo una investigación interna de la cual resultó que Nievas fuera suspendido durante cinco días y a ella la trasladen bajo el mando de otro gerente pero en el mismo espacio físico por lo que sus psicólogos y psiquiatras le dieron licencia para que no vuelva a trabajar por ahora.

Carolina Jacky fue quien logró sacar adelante la denuncia de Angie.

Angie se asesoró con varios abogados hasta llegar a Carolina Jacky, letrada especializada en casos de violencia de género, quien le explicó al Post los pasos legales con los que afrontaron la situación: una denuncia por abuso deshonesto en la unidad fiscal de Capital -a la que asistieron juntas-, una presentación de la denuncia en la dirección de la Mujer de la Corte y una demanda civil por daños y perjuicios a la empresa Prudential y al agresor, Gabriel Nievas, por 350 mil pesos.

También pidieron el secuestro de la información de la investigación que realizó la empresa, lugar en el cual, según pudo saber la abogada, hicieron una reunión para decirle a los empleados que las acciones de Angie perjudican a la empresa y por consecuencia a ellos mismos.

Jacky recomienda

Además, Jacky aseguró que lo mejor en estos casos es buscar la contención de una persona cercana y asesorarse con profesionales antes de hacer la denuncia contra el agresor para que sea lo más específica posible y no pasar por situaciones innecesarias.

Ella recomienda dirigirse a la Dirección de la Mujer de la Corte ubicada en el Palacio de Justicia en Avenida España 480 2º piso Ala Norte Oficinas 9, 10 y 15 de Capital de 7:30 a 13:·0 o a los teléfonos 4493236/5749/8656/8622 y para consultas gratuitas puede llamar al 0800-666-5878; la Dirección de Género y Diversidad de la provincia en calle España 16, Barrio Bombal de Ciudad o a los teléfonos 4241862 – 4242281 o el área de género de la Municipalidad de Capital o Guaymallén para luego hacer la denuncia. Y la línea gratuita nacional para ayuda a las mujeres víctimas de violencia de género el 144.

No te quedes callada.

Angie asegura que hay que denunciar: “Lo que hay que hacer es soltar esa creencia de que es mejor quedarse callada y pasar desapercibida. Yo prefiero pasar por loca y que me digan lo que me quieran decir. Arde mi teléfono, como nunca en mi vida, gente que conozco, que no conozco, gente que me felicita, gente que está asustada, gente que me pide ayuda. La cantidad de mujeres que están pasando por esto, vos no tenés idea”.

Por último, acentuó que es importante el apoyo entre mujeres: “Las mismas mujeres somos tan jodidas, somos perversas las mujeres, que mirá cómo se vino, que me miró. Los hombres actúan en bloque, a un hombre le pasa esto y están todos juntos para defenderlo. Las mujeres no, critican, juzgan, opinan. Es como si las mujeres quisiéramos seguir respondiendo al patriarcado”.