El Próvolo y el silencio papal

Crece el escándalo que se generó por los abusos sexuales contra chicos sordomudos; sin embargo, el papa Francisco no se refiere al tema y desiste de recibir a las víctimas.

El Próvolo y el silencio papal

Por: Mendoza Post

A medida que avanza la investigación sobre el caso del Instituto Próvolo, donde un grupo de sacerdotes y laicos abusaron sexualmente de chicos sordomudos, se van conociendo detalles cada vez más escabrosos.

Se trata de una trama que no carece de perversidad, donde incluso aparece el tópico de la zoofilia.

A pesar de lo escandaloso del caso, el papa Francisco aún no se ha pronunciado al respecto ni tampoco ha querido recibir a las víctimas de esos abusos. No es algo nuevo ni novedoso.

Un escándalo que crece sin parar

Algo en común que tiene todos los sobrevivientes de abuso eclesiástico es que intentaron llegar al sumo pontífice para contarle los hechos que sufrieron. “Nunca nos contestó, ni nos recibió. Mientras el Papa se maneja informalmente a la hora de llamar por teléfono (con feligreses), a nosotros ni formalmente nos concedió una audiencia, mientras que a víctimas de otros países las llamó sin mediar formalidades”, revela Julieta Añazco, una empleada municipal, de 43 años, que vive en La Plata y que durante más de 30 años anuló en su memoria los abusos padecidos en su infancia en campamentos de verano, por parte de un sacerdote llamado Héctor Ricardo Giménez.

Según diario Página/12 se estima que las niñas y niños que manoseó este último —y de los cuales abusó— pueden haber sido más de un centenar, a lo largo de cuatro generaciones.

Ver además: Próvolo, la denuncia en YouTube que nadie escuchó

Por caso, se abrieron causas penales en 1985 y 1996. La última, en 2013, está en proceso de investigación en la Fiscalía N° 3 a cargo del fiscal Marcelo Martini. La impulsa la mencionada Añazco.

Sobre los curas denunciados por abuso en el Instituto Próvolo de Mendoza, la mujer destaca que pusieron al papa Francisco sobre aviso en 2014, a través de un video que grabó la Red de Sobrevivientes de Italia, donde puntualmente mencionaban que el sacerdote Nicolás Corradi, que había hecho estragos en la sede de Verona, estaba en la Argentina.

Carlos Lombardi investiga los casos de abuso eclesiástico

¿Por qué Bergoglio esquiva el tema? ¿Por qué ni siquiera se pronuncia tangencialmente?

“La problemática de los abusos está mal llevada... en realidad demagógicamente llevada por parte del papa Francisco. Dice una cosa y hace otra, en el caso de los abusos, no ha cambiado una sola coma de los procedimientos que permiten que estos ocurran”, contó al Post Carlos Lombardi, abogado de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico.

-¿Es tan así?

-Sí. Tal es así, que la ONU le pidió al Vaticano que cambie las normas para que no ocurran más abusos, pero eso no sucede. Fijate que incluso Francisco no recibió en México a las víctimas de los abusos de sacerdotes.

-Parte de esta trama es la que deja ver el filme Spotlight, ¿no?

-Sí, es claro cómo se muestra en la película. Ahí aparece el caso del cardenal Bernard Law, uno de los más importantes religiosos de EEUU, de Boston. En medio de las denuncias por abusos, lo llevaron al Vaticano y Juan Pablo II lo premió, creo que en 2004.

-¿Y Francisco qué hizo al respecto?

-Nada. Por lo pronto no quiso colaborar jamás con los pedidos de EEUU, donde se sustancian varios juicios en su contra. Hay muchísimos casos que complican a Law.

Corradi, investigado

Colofón

En estas horas, el abogado Lombardi prepara cinco pedidos de informes a distintos obispados del país, sobre casos de pedofilia que tuvieron lugar en distintas diócesis, para conocer qué hizo la Iglesia una vez que tuvo noticias fehacientes de las conductas pederastas de puntuales religiosos.

El abogado quiere saber si deniegan la información abren la puerta para reclamar la responsabilidad civil e iniciar demandas por daños.

Ya hay antecedentes en la Justicia: un fallo de 2013 de la Cámara de Apelaciones de Quilmes condenó al Obispado de esa ciudad bonaerense a pagar una indemnización como responsable de los actos de pedofilia que cometió el cura Rubén Pardo, a quien protegió a pesar de que el mismo religioso había reconocido los hechos.

En otra sentencia que hoy recuerda diario Página/12, del año 2015, la Corte Suprema de Mendoza condenó al Arzobispado local, por otro caso, que también contó con encubrimiento de las jerarquías superiores, y ocurrió en una parroquia del departamento de San Martín, a 50 kilómetros de la capital, por parte del cura Jorge Morello.

Cuando era seminarista en Rosario, Morello había sido denunciado por dos seminaristas, pero sus dichos fueron silenciados. Todo está documentado en los archivos eclesiásticos.

“Como ocurrió históricamente en cada diócesis, la consigna fue siempre evitar el escándalo, silenciar las denuncias, proteger a los pedófilos con traslados, para que vuelvan a abusar de otras víctimas, que vuelven a ser silenciadas”, culmina Lombardi.