Arsat: ¿Protegerla o abrirla a la competencia?

Arsat: ¿Protegerla o abrirla a la competencia?

Por:Daniel Blinder (*)

Hace unos años encontré en una venta de libros usados una edición de El Capital de Carlos Marx, de la década de 1940, en muy buen estado, y a muy buen precio. Se lo hice notar al vendedor mientras yo abonaba gustoso los libros, cuando él me dijo "esto es viejo, ya fue superado, es del siglo XIX, no de éste". El comunismo ya había desaparecido, pero teníamos economías de mercado en todo el mundo, funcionando con la lógica de los liberales de Adam Smith, que son ¡un siglo más antiguas!

El titular de Arsat Rodrigo de Loredo, aseguró que la industria satelital es una cuestión de Estado para la Argentina y que es una prioridad continuar con dicho desarrollo. 

Sin embargo, una nota publicada en el diario Perfil se señaló que la decisión del ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad de permitir el ingreso de satélites extranjeros que compitan con los servicios que ofrece Arsat, generó fuertes cuestionamientos. En esta nota se consigna que desde la oposición, acusaron al macrismo de abrir el juego con premura, y desde el gobierno nacional aseguraron que con esta medida de dejar entrar competencia extranjera, se busca mejorar el rendimiento de Arsat. Un consejo de mi parte al gobierno para que pueda desarrollar una excelente gestión tecnológica es que no abra el juego, ya que el rendimiento no mejorará con ello, sino con inversión, investigación, desarrollo, y un fuerte rol del Estado jugando siempre a favor de sus empresas.

Un clásico de la economía política, David Ricardo, señalaba hace dos siglos que “Inglaterra puede encontrarse en circunstancias tales que la producción de paños pueda requerir el trabajo de 100 hombres durante un año Si tratase de producir el vino, probablemente necesitaría el trabajo de 120 hombres durante el mismo tiempo. Consecuentemente, Inglaterra prefiere adquirir el vino importándolo, a cambio del paño que produce”. Meditando sobre el caso portugués, decía que "Portugal probablemente pueda producir su vino mediante el trabajo de 80 hombres durante un año, mientras que para la producción de paño requiera el trabajo de 90 hombres durante el mismo tiempo. Resulta, en consecuencia, ventajoso para Portugal exportar vino a cambio de paños".

El ejemplo de Ricardo parece decir que todos ganan. Todos producen lo que más les conviene en un mercado que ofrece ventajas comparativas, entre actores supuestamente iguales. Pero eso no es así. El productor de paños industrializa su economía y el de vinos la primariza, haciendo una parábola hacia lo contemporáneo. A Portugal le conviene producir paños para diversificar su industria, y no depender de los paños ingleses. Los paños, son los satélites.

Mi humilde consejo sería proteger Arsat, para tener paños y satelites, no condenarnos a producir sólo vinos y productos menos elaborados ¿Qué hicieron los países emergentes con sus empresas nacionales sino protegerlas frente a las más competitivas extranjeras? Eso explica porque tienen economías dinámicas, más robustas, con mucho valor agregado. El gobierno de Mauricio Macri debería tomar nota de las politicas que manifiesta querer imitar por exitosas y no hacer aquello que los países exitosos propician para los otros, como si el éxito fuera hacer lo contrario de lo que ellos hicieron: Proteger sus empresas estratégicas.

(*) Especial para Mendoza Post
Twitter: @danielblinder