Injusto y discriminatorio: así es la reparto de dinero en el fútbol argentino

Este martes quedó acordado el inicio del fútbol pese a que se manejan números incoherentes.

Injusto y discriminatorio: así es la reparto de dinero en el fútbol argentino

Por:Emanuel Tristán

Tras la solución del conflicto que mantuvo en vilo el inicio del fútbol argentino, este martes la AFA empezó a ponerse en orden. No obstante, la incoherencia que rodea a nuestro fútbol y sus dirigentes es de tal magnitud que los equipos del Federal A en su momento decidieron aliarse a sus pares de la B Nacional y a la hora de la repartición no solamente salieron perjudicados, sino que además pareciera que les tomaron en pelo.

La AFA distribuirá de acá hasta diciembre 1250 millones de pesos entre los clubes. De ese dinero, 900 millones saldrán del Estado.

En esta batalla entraron el Deportivo Maipú y Gutiérrez (Gimnasia siempre se mostró en contra) y ayer, cuando se dieron las cifras que recibirán las instituciones de acuerdo a su categoría, muchos seguramente se habrán arrepentido.

El Estado subsiadará a los equipos de la B Nacional con 1 millón y medio de pesos por mes. Hasta ahí todo normal. El problema surge con las categorías menores y la discriminación que se hace con los clubes del Interior en relación a los de Buenos Aires.

La diferenciación incluye también una baja considerable en los costos de los operativos de seguridad para los equipos de Buenos Aires, situación que no será similar en el Interior.

La B Metro, que es la tercera categoría por Buenos Aires, percibirá 648 mil pesos por club cada mes. El Federal A, que es la misma categoría pero por el Interior, recibirá 250 mil, lo mismo que la C Metro, cuarta categoría por Buenos Aires.

En tanto que la D Metro (fútbol cuasi amateur) recibirá 70 mil pesos por mes, mientras que el Federal B (equivalente a la C Metro) no recibirá nada.

La solidaridad que demostraron tener las instituciones del Federal A con sus colegas de la B Nacional no fue retribuida, replanteando seguramente el modus operandi de ahora en adelante, sobre todo a la hora de pelear por el dinero de otros.

Después de la tensión, Armando Pérez tiene motivos para sonreír.