¿Qué hace Mendoza contra el juego clandestino?

Josefina Canale, titular del Instituto de Juegos y Casinos, aseguró que luchar contra el juego clandestino es complejo.

¿Qué hace Mendoza contra el juego clandestino?

Por: Mendoza Post

El juego clandestino es en Mendoza un tópico histórico que, a pesar de la gran cantidad de campañas de información oficiales, no termina de erradicarse.

Está claro que la manera de luchar contra ese flagelo es otro: la persecución de quienes lo organizan y ejecutan, con multas elevadísimas y, de ser necesario, la prisión.

El Post reveló en más de una oportunidad cómo y dónde se mueven los agoreros de lo ilegal, con sofisticados sistemas de computación y un circuito aceitado de gerencias y jefaturas.

¿Por qué si un medio de prensa puede lograr algo semejante no alcanzan el mismo objetivo quienes tienen el ostentoso poder del Estado?

Canale y Lombardi, "mandamases" del Casino

Desde el vamos, hay un problema conceptual: hoy mismo, la titular del Instituto de Juegos y Casinos de Mendoza, Josefina Canale, aseguró que “la mayor complejidad en la lucha contra el juego clandestino es que no es un delito, sino una falta”.

¿Es acaso una excusa válida como para no perseguir a quienes lo llevan a cabo?

Ver además: Cómo es el negocio de la quiniela clandestina en Mendoza

“Nosotros estamos tratando de hacer un proyecto de ley a nivel nacional para que sea cambiado el Código de Faltas y se declare delito, con lo cual tenemos más herramientas”, agregó Canale.

Sin embargo, se insiste: ¿No habría que hacer algo mientras tanto, teniendo en cuenta que el juego clandestino está íntimamente relacionado con la evasión impositiva e incluso el lavado de dinero?

El Casino de Mendoza

La titular del Casino advirtió hoy el combate “es muy complejo”. ¿Qué clase de mensaje es ese para quienes impulsan semejante delito? ¿No es acaso un llamamiento a multiplicar los lugares donde se juega de manera ilegal?

En una suerte de excusa, intentando minimizar el impacto, Canale aseguró que “los casinos de nosotros tienen maquinitas tragamonedas y mesa de ruleta y ruleta electrónica. Lo que se juega en clandestinos es dados y póker, que no está en nuestros casinos. Así que no le hacemos competencia”.

Lo curioso es el contexto de los dichos de la titular del Casino: se trat del cierre de cinco casinos de Mendoza —cuatro del Valle de Uco y el de Uspallata— so pretexto de que “los problemas de ludopatía que pueden llegar a existir”.

¿Y el juego clandestino, acaso no genera adicción al juego? El tema es complejo, pero ha logrado ser resuelto en otros lugares. No tendría por qué ser diferente en Mendoza.

¿Por qué no hay políticas contra el juego clandestino en Mendoza?

Es bien cierto que hay otros problemas que parecen más urgentes para resolver en la provincia, pero ello no quita que no deba perseguirse a los que impulsan el juego clandestino. No se trata solo de un problema de legalidad, sino también de salud pública.