Zoológico de Mendoza: las pistas indican sabotaje

Los abogados penalistas expertos en casos policiales siempre dicen que la resolución es la más sencilla, la más probable, la más simple. Luego de un mes de polémica y de la muerte de casi un centenar de animales desde diciembre, en el gobierno están seguros de que hubo sabotaje. No en todos los casos, pero sí en varios desde poco antes de asumir Alfredo Cornejo hasta aquí. La cuenta de decesos incluye a la pantera, y varios ciervos, y algunos otros animalitos emblemáticos del parque mendocino.

El muy probable ataque a la hembra de hipopótamo descubierto el martes y comunicado ayer, termina de configurar un estado de sospecha fuerte: del gobernador para abajo, las autoridades de la provincia, de Ambiente y del Zoo creen que hay una mano negra. Veamos los datos:

-En diciembre, en dos de los animales muertos las necropsias indicaron presencia de Carbofuran, un potente agroquímico muy tóxico. Se utiliza para combatir insectos en varios tipos de plantaciones. En nuestro país está prohibido en peras y manzanas, pero se usa en soja, maíz, papas, y otros. En algunos países se utilizó para combatir plagas de animales silvestres, y en Kenia, hasta han matado leones con el veneno. Su forma más conocida es el Paration.

-Se buscaron y hallaron muestras de Carbofuran en el alimento de los animales. Pero no en los depósitos ni en las pasturas que llegaban al zoológico sino en los recintos donde están alojadas las especies. “Esto quiere decir que de algún modo, el tóxico llegó al alimento” dijo una fuente. Por supuesto, no se usa Carbofuran en el zoológico, para ningún fin.

-Algunas de las muertes de esta nueva oleada muestran signos “parecidos a las muertes de diciembre”. La diferencia es que en la primera tanda de muertes, los decesos ocurrieron al mediodía y hubo que retirarles el alimento a los animales.

-Los exámenes toxicológicos del alimento los hizo el INTI. Son confiables. La investigación está en manos del fiscal especial Santiago Garay.

Las heridas de la hipopótamo

Respecto de la hembra de hipopótamo, la situación es más compleja. Tal como informó el gobierno anoche, tenía heridas cortantes. Y una herida de bala, a la que los veterinarios del zoológico no le dieron importancia. Las heridas son siete en total. Alguien de planta del zoo sugirió que las heridas eran por la “sequedad de la piel” del animal. Pero el hipopótamo de al lado lucía perfectamente sano.

“Esas heridas dataron de cuatro o cinco días, el animal perdió muchísima sangre” dijo un funcionario consultado por este medio. Ecológicos Unidos repartió en Twitter una opinión de Osvaldo “Oso” Quiroga, en la que dice que la herida de la hipopótamo fue producida con un arma de grueso calibre, de punta blanda:

Las últimas tres muertes y las heridas de la hembra de hipopótamo no fueron reportadas por ninguno de los seis veterinarios de planta del zoológico ni por los dos contratados. Y en el gobierno crían anoche que había por lo menos tres decesos más. “Dieron excusas increíbles… Que tenían mucho trabajo, que no se podían pasar reportando muertes, te llenaban de papeles… por eso convocamos a Jennifer Ibarra y Federico Correa” contó una fuente de Ambiente. Ibarra es la titular de la Fundación Cullunche, y también se despachó en Twitter por lo que veía en el zoológico. Y hasta denunció que el cuerpo de la pantera muerta se hizo humo. Estos son sus posteos:

El gobierno hizo la denuncia penal por lo que cree un ataque asesino a la hembra de hipopótamo. Y la fiscal especial Claudia Ríos irá hoy al zoológico. “Es muy probable que pida la ficha técnica del animal, y no aparezca, como tampoco apareció la de la pantera muerta” dijo una fuente que conoce bien el funcionamiento interno.

La pelea detrás de las muertes

El gobierno cree que hay una puja de intereses, y que los ataques responden a la intención de sabotear el proyecto Eco Parque, impulsado con miles de firmas y el apoyo de numerosas organizaciones mendocinas, que intentan transformar el zoo en un parque educativo y científico, donde los animales –los que queden, porque muchos serían derivados a otros zoo- serían sólo una parte del proyecto, y en mejores condiciones de vida.

Y además hay una fuerte pelea gremial, mejor dicho, de los gremios, contra el gobierno. “Aquí lo que ocurre es que hay gremios que tienen su propio proyecto, para manejar la ‘caja’ y los proveedores del zoo. ATE nos había dado apoyo para Eco Parque, y por debajo de la mesa le dieron al ex ministro Guillermo Elizalde, de la gestión anterior, su propio proyecto con una administración gremial del parque” relató un informante. Los gremios, por supuesto, rechazan todas las acusaciones y dicen que hay un intento de hacer un gran negocio inmobiliario con las tierras del zoológico, y que por eso “mueren” los animales. Raquel Blas ha sido la portadora de esta acusación.

La verdad es que el zoo sufre desmanejos serios en su funcionamiento desde hace 20 años, por lo menos. Y que las conducciones no siempre fueron profesionales. La actual directora, la ambientalista Mariana Caram, recordó días atrás que “acá, sacaron un director detrás del otro y manejaron el zoo como ellos quisieron” dijo.

Los gremios siempre fueron fuertes en el zoológico. Y si no, veamos esta comparación. “Tenemos la cantidad de veterinarios más grande del país. Seis de planta y dos contratados. Córdoba tiene tres, y Buenos Aires, con más animales, cinco” contabilizan en el gobierno. De los seis “de planta”, tres son delegados gremiales de ATE, UPCN y Ampros.

Seguridad

El problema del zoológico ya es de todo el gobierno. Cornejo en persona está monitoreando todo lo que ocurre. El ministerio de Seguridad propuso colocar un comisario a cargo de la seguridad interna del zoo. La tarea recayó en Marcelo Palmilli. Se hizo cargo esta semana y presentó el esbozo de un plan que incluye abrir caminos dentro del zoo, colocar detectores de metales, sensores de movimiento específicos, y vigilar muy de cerca la actividad de la empresa de seguridad privada que trabaja dentro del zoo. Palmilli piensa que hay que desafectarla, aunque los motivos en particular no han trascendido.

Por lo pronto, y aunque es un hecho desgraciado, el aparente ataque a la hipopótamo podría ayudar a esclarecer qué pasa. “Ahora tenemos un hecho objetivo y concreto para decir qué pasa, y confirmar lo que ya veníamos pensando” dicen en el gobierno. La traducción es tremenda: alguien, una o más personas, está matando animales en el zoológico provincial, con fines inconfesables.