Cómo es el negocio de la quiniela clandestina en Mendoza

Mueve más de dos millones de pesos por día y no paga impuestos. Detalles de un negocio que nadie parece querer combatir.

Cómo es el negocio de la quiniela clandestina en Mendoza

Por:Christian Sanz
Secretario Gral. de Redacción (click en autor)

Diego camina nervioso por Av. San Martín, tratando de no llamar la atención. Hace tal esfuerzo que logra el efecto contrario.

Mil pensamientos rondan por su cabeza, pero uno en particular: no equivocar sus anotaciones y prestar severa atención al gran monto de dinero que lleva consigo.

Su primer cliente despunta como empleado en una relojería de la célebre galería Tonsa: “¿Jugamos algún numerito, maestro?”, le grita desde la puerta, casi temiendo cruzar el umbral que limita el territorio del negocio con el de la propia galería.

“Hoy no, pero mañana seguro que sí”, responde el canoso trabajador. Pronto, cambia de idea: “Poneme $50 al 32”, le dice a Diego.

Su elección no es casual, se trata del número más jugado por los apostadores de la quiniela, históricamente.

Diego sigue su camino, como cada jornada. De manera incansable, ingresa a los mismos negocios cada día y hace siempre la misma pregunta. Eventualmente, pagará a quienes han logrado vencer al azar. Son los menos.

La clandestina mueve un ejército de "levantadores" de quiniela

Como él, cada mañana un ejército de “levantadores” de quiniela se confunden entre la marea de personas que arrastran sus existencias por las calles del centro de Mendoza.

No se trata de agencieros, está claro, sino de personas que configuran el último eslabón de un negocio tan ilícito como millonario: el del juego clandestino.

“La quiniela mueve unos 70 millones de pesos al menos; la clandestina mueve casi lo mismo, admitió Carlos Bianchinelli, titular del Instituto Provincial de Juegos y Casinos (IPJyC) al Post.

Bianchinelli asegura que la clandestina maneja casi los mismos montos que la oficial

La cifra es atractiva y, en el circuito ilegal, no paga ningún tipo de impuesto. “La clandestina es más atractiva que la oficial, por eso muchos se vuelcan a esa variante”, aclara Bianchinelli.

La diferencia entre una y otra, es que, tal cual reza el lema del IPJyC “la clandestina no destina”. En buen romance: no solo no abona ningún tipo de tributo, sino que además no permite hacer obras que impacten en la ciudadanía.

Y allí es donde aparece la pregunta del millón: ¿Por qué no se los combate de una vez y por todas? ¿Por qué se tolera su existencia?

Según Bianchinelli, “es muy jodido detectarlos por los sistemas que tienen; pueden moverse de un lugar a otro con rapidez”.

Gustavo Valls, presidente de la Comisión de Seguimiento de Políticas de Juego del Senado, va aún más allá: “No hay datos concretos, por lo menos a nosotros nunca nos llegaron desde el instituto de Juegos y Casinos. Y sin números no se puede medir el problema”, aseguró a este diario.

Gustavo Valls asegura que faltan estadísticas para poder conocer el problema de fondo

Como puede verse, Valls es crítico respecto de cómo maneja este tema el titular del IPJyC. “Si Bianchinelli habla de números, debería decir de dónde los sacó. ¿Cómo sabe que la clandestina mueve lo que mueve?”, se pregunta retóricamente.

Jorge Lombardo, presidente de la Asociación Mendocina de Agentes de Juegos Oficializados, lleva su escepticismo aún más allá: “Hay varios proyectos presentados para solucionar este tema, pero siempre se cajonean. Hay mucho por hacer. La ley de juego quedó obsoleta, tuvo su importancia en su momento, pero ahora hay que actualizarla”, se sinceró al Post.

En este último punto coincide Bianchinelli, quien jura estar trabajando con la Comisión de Juego de ambas Cámaras legislativas y “dando intervención a la Justicia y al Ministerio de Seguridad”.

-¿Qué se hizo en los últimos días?

-Ahora nada porque hay receso legislativo, pero en febrero retomaremos el tema para combatir el juego clandestino, es un flagelo muy fuerte.

-Concretamente, ¿qué es lo que van a hacer?

-Vamos a reactivar a través de las comisiones políticas que tiendan a combatir la clandestina.

-Le cuento que yo hice una breve recorrida y pude ver cómo se levanta quiniela todo el tiempo, sobre todo en las galerías de Av. San Martín. ¿No hay manera de que se los detenga a los que hacen esa tarea “in fraganti”?

-No podemos atraparlos cuando venden porque son terceros, son personas comunes. Nosotros queremos llegar hasta los banqueros.

-¿Quiénes son los banqueros?

-Banquero es el que sostiene la banca. El que levanta la quiniela responde al banquero.

-Son los que están al tope de la estructura, muchos son conocidos…

-Hay mucho de mito, ojo, hay que manejar seriamente el tema.

Para Valls, se trata de un tema de difícil resolución. “Ya está muy extendido y naturalizado; imagínate que un día estaba lavando mi auto y se me acercó una persona para preguntarme si quería jugar a la quiniela”, reveló.

Una cuestión de dinero

“La clandestina mueve poco más de dos millones por día, aproximadamente; es lo mismo que maneja la oficial”, detalló el presidente de la Asociación Mendocina de Agentes de Juegos Oficializados a este diario, el ya mencionado Lombardo.

En un mes, el número llega a los $60.000.000 y en un año supera la friolera de 700 millones.

Según los especialistas, el “banquero” se queda con el 75% de ese total, de lo cual debe restar el pago de premios.

A su vez, un 5% va al bolsillo del “puntero”. Este es el encargado de manejar los vendedores a domicilio, que ganan el 20%.

“A su vez hay que tener en cuenta que la clandestina no paga impuestos. Es tan mala como la plata de la droga, porque es plata en negro”, insiste Lombardo.

-¿Cómo es la metodología de la clandestina?

-La metodología es similar a la oficial: los banqueros serían como el instituto y los levantadores serían los agencieros.

-Si hipotéticamente yo quisiera meterme en el negocio quinielero, ¿me conviene la oficial o la clandestina?

-Siempre conviene la clandestina. El Instituto les da a los agencieros 18 por ciento de lo que recaudan, pero tienen que pagar 7 por ciento de ingresos brutos, entonces ese 18 en realidad queda casi en 17 por ciento.

-Le cuento una infidencia: yo estuve caminando una semana las calles de la Ciudad de Mendoza y descubrí al menos dos lugares de quiniela clandestina, ¿por qué el Estado no puede hacer lo mismo?

-Tenés toda la razón, yo pienso igual que vos. Todos sospechamos quiénes son los que están en la joda.

La quiniela oficial no logra opacar a la clandestina

Colofón

El negocio de la clandestina no está circunscripto a una zona puntual, sus rastros pueden encontrarse por doquier en toda la provincia. No obstante, las zonas más complicadas por el flagelo son Lavalle, Las Heras y el Valle de Uco.

La Ciudad de Mendoza no está exenta de los tentáculos del juego ilícito, pero en el interior mendocino esto es más difícil de rastrear.

“Hay lugares en donde el Instituto de Juegos y Casinos no tiene agencias ni subagencias y en esas zonas el juego clandestino es más fuerte", según dijo oportunamente Ricardo Rodríguez, gerente del área técnico consultiva de esa repartición.

La clandestina mueve más de dos millones de pesos por día

La competencia es despiadada: existen unas 300 agencias oficiales y 1.000 subagencias distribuidas por toda la provincia y, cada día, sus titulares deben pelear codo a codo con los que se manejan en la ilegalidad.

“Es una pelea desigual, porque el que vende clandestina hace una especie de delivery que nosotros no podemos hacer, ¿cómo competís con eso?”, dijo al Post José Luis, dueño de una de las agencias mejor ubicadas en la Capital mendocina.

El negocio crece y se afianza, es la única realidad palpable a estas alturas. Por caso, hace apenas cinco años el volumen de dinero que manejaba la quiniela ilícita era exactamente la mitad de lo que mueve hoy: cerca de 300 millones al año.

Lo curioso es que los nombres de los grandes financistas que se mueven en la clandestinidad son conocidos en los corrillos del mundo del juego. 

Algunos son dueños de agencias oficiales, otros amasan tanto dinero que viven en el Dalvian. 

Dicho sea de paso, ¿cómo hacen para blanquear la fortuna que amasan? ¿Quién les hace "el favor"?

Están ahí, visibles, para todos salvo para los que tienen que controlarlos.