Cómo prendé cómo pedir disculpas en el trabajo

Qué hay que tener en cuenta para disculparse y seguir trabajando en paz

Cómo prendé cómo pedir disculpas en el trabajo

Por: Mendoza Post

Si pedir perdón es difícil en todos los ámbitos, cuando se trata de situaciones laborales nos cuesta aún más. Por eso, acá te damos unos tips para cinco situaciones distintas donde es necesario disculparse en el ámbito de los negocios.

Cuando el jefe se equivoca: 

Es importante que sea capaz de pedir disculpas y reconocer su error. En este caso, no son necesarias explicaciones de por qué se ha cometido el fallo, puesto que el jefe está sometido a una serie de presiones que no deben trascender, pero sí hay que aceptar que nos hemos equivocado y hacerlo cuanto antes. No es un síntoma de debilidad ni incompetencia, si no un refuerzo de liderazgo. Una buena estrategia es comenzar valorando el trabajo del empleado, disculparse, buscar una solución o aprendizaje del problema en cuestión y dejar un espacio para que el otro se exprese.

Disculparse ante el jefe:

Cuando un empleado debe disculparse con un jefe, lo más importante es reconocer el error para que el superior vea que el empleado tomó conciencia de las consecuencias del fallo y que, además, asumió su responsabilidad. Al reconocer el error, se le da lugar al jefe a que colabore en la solución. En este caso, conviene comunicarlo cuanto antes y si es posible ofrecer la solución que se ha analizado o pedir la ayuda necesaria.

Siempre hay que explicar la razón del error

También es muy importante brindar la explicación de por qué se ha llegado a ese error ya que el jefe puede encontrar fallas previas y subsanarlas.

A un compañero:

En el caso de tener que disculparse con un compañero (que es cuando más se ignoran al desaparecer la dependencia jerárquica) conviene tener en cuenta que la vida profesional da muchas vueltas y no sabemos dónde vamos a estar mañana ni qué papel va a jugar en nuestro futuro esa persona con la que nos hemos equivocado. Por eso es importante siempre reconocer el error que hemos cometido y pedir disculpas, sea por el motivo que sea, porque de alguna manera sembramos buena predisposición para el futuro.

Aunque el cliente no tenga razón:

Muchas veces tocará disculparse con un cliente y la mejor manera es, ante todo, dejarlo explayarse en su reclamo. Tenga o no razón, él siente que la tiene y hay que permitirle que vuelque su rabia y tratar de apaciguarla con frases del tipo “imagino cómo se debe sentir”.

Luego conviene asumir la responsabilidad de la empresa, reconocer la parte correspondiente de responsabilidad y hacerle saber al cliente que la compañía es consciente del problema que le ha causado. En las situaciones de crisis empresariales, todos los expertos recomiendan como primera premisa, reconocer el error y asumir la culpa.

Luego es beneficioso analizar el problema en su justa medida, ver con el cliente hasta qué punto es cierta la queja, el error, y si es necesario hacerle ver en qué partes no tiene razón para evitar conflictos futuros.

Por escrito:

Finalmente, para quienes se ponen muy nerviosos, una carta de disculpa puede ser un instrumento muy efectivo. También se puede utilizar cuando nos enfrentamos a un problema surgido con otro departamento, con alguien que no está físicamente en la oficina o con un cliente. El hecho de redactarla implica un proceso de reflexión que es valorado por el destinatario.

Hay que dirigirla personalmente (pon el nombre en el encabezado) y empezar directamente pidiendo perdón para continuar con una explicación sobre las causas y terminar con una promesa de arreglo o con una propuesta de solución.

Fuente: Revista Emprendedores