Quién es Jaime Stiusso, el espía más poderoso del país

Esta semana estremeció la intempestiva —e inesperada— renuncia del titular de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), Héctor Icazuriaga. Más aún sorprendió que su segundo, Francisco Larcher, también siguiera sus pasos.

La salida de ambos hombres fuertes del espionaje vernáculo está enmarcada en la desconfianza que les tenía a ambos Cristina Kirchner.

Sin embargo, hay un personaje central que ha logrado sobrevivir a la purga oficial. Es aún más poderoso que Larcher e Icazuriaga y ha logrado permanecer incólume en la SI desde hace varias décadas.

Se trata de Antonio Stiusso -o "Jaime" como se lo llama en el entorno de la Rosada-, un experto en informática y en "escuchas telefónicas" que cobró inesperada relevancia cuando el ex ministro de Justicia, Gustavo Béliz, mostró su fotografía en un programa de TV.

Stiusso es el mandamás del departamento de Contrainteligencia (División 85), a cargo de controlar la prevención de delitos contra el Estado, desde cuya área monitorea ilegalmente el desempeño de los ministros y principales funcionarios, hurgando en sus vidas, antecedentes, relaciones e interceptando sus teléfonos.

Quienes lo conocen aseguran que Stiusso es inteligente al extremo, calculador, frío y eficaz. Obviamente producto de sus más de 30 años en la SIDE, 24 de los cuales fueron en el área de Contrainteligencia.

Tristemente célebre por “bastardear” a más no poder la causa AMIA, Stiusso ha logrado que servicios de inteligencia extranjeros, como la CIA y el Mossad lo tengan conceptuado como un excelente agente.

Hoy es temido dentro y fuera de la ex SIDE. Abogados relacionados con la causa AMIA incluso prefieren que no esté presente en sus encuentros en la secretaría cuando consultan documentación reservada.

“Es un genio de la tecnología. Capaz de jugar al metegol con una mano y hackear a Bill Gates con la otra”, aseguró a este medio el periodista Jorge Boimvasser, hombre cercano a fuentes de Inteligencia y conocedor como pocos de las internas de algunos de sus espías.

Y agregó: “Stiusso hizo guita de la mano de Raúl Martins, ex agente de la SIDE, con quien abrieron un ‘sauna’ de primer nivel llamado ‘The one’, donde iban políticos sin saber que había cámaras ocultas. Stiusso les vendía a estos tipos sus propios videos”.

Hombre de negocios

Según información suministrada por la Administración Federal de Ingresos Públicos, Antonio Horacio Stiusso se encuentra inscripto bajo el CUIT 20-10887186-6, declarando como su actividad principal el código 930201 correspondiente al rubro de "servicios de peluquería", el cual, según consta en registros, vendría ejerciendo desde hace 13 años.

Sin embargo, este "empleado público" —a quien la Ley de incompatibilidad de funciones parece no hacerle mella— es integrante de dos sociedades, una Sociedad Anónima y una Sociedad de Responsabilidad Limitada, ejerciendo en la primera, ni más ni menos que el cargo de vicepresidente. En la segunda, en tanto, es accionista mayoritario. 

Lo más insólito es que ambas firmas son proveedoras directas del Estado argentino.

Según consta en la Inspección General de Justicia (IGJ) con fecha del 20/03/1997 la empresa Construcciones y tecnologías SA tiene como integrantes y socios a las siguientes personas:

1) Cecconi Enrico PAS 915877, Dom: Via Guelfo Civinini nro 35, Roma, Italia, F.Nac: 26/01/39, Nac: Italiana, Prof: Ingeniero, Casado

2) Stiusso Antonio Horacio DNI 10.887.186, Dom: Jose Marti 2666, San Justo, Pcia Bs As, F.Nac: 21/06/53, Nac: Argentina, Prof: Ingeniero, Casado

3) García Horacio Germán DNI 10.887.700, Dom: Pasteur 3023, San Justo, Pcia Bs As, F.Nac: 02/10/53, Nac: Argentina, Prof: Ingeniero, Casado

4) Marchand Alberto Hugo DNI 8.252.535, Dom: Alvear 1800, piso 1 "B", Buenos Aires, F.Nac: 04/09/46, Nac: Argentina, Prof: Empresario, Casado

La fecha de constitución de Construcciones y tecnologías como sociedad —en la que Stiusso posee el cargo de Vicepresidente— data del 4 de marzo de 1997 y su objeto social refiere a cuestiones "comerciales ...; constructora ...; financieras ...; agropecuarias ...; inmobiliarias ....".

Quema esos videos

La segunda empresa en la que Stiusso tiene participación se llama American Tape S.R.L. —fantasma de otra tercera que opera bajo el nombre de Digital Tape con CUIT Nro: 30-70101216-6— y se dedica a la venta de casetes de video. No es difícil imaginar adónde compra la Secretaría de Inteligencia las cintas que utiliza para grabar sus actividades.

De acuerdo a los registros de la IGJ, bajo el Nº 4497, American Tape se constituyó el 8 de junio de 1994 y declara como integrantes y socios a Juan Carlos Ioanu, Horacio Germán García, Ricardo Kleinberg y a... Stiusso.

Esta llamativa empresa, con domicilio fiscal establecido en Av. Jujuy 240 —teléfono 4957-7001, domicilio comercial en Lavalle 2024 Piso 1, y con un solo vehículo marca Volkswagen Vento TDI 105 dominio HIH079—se "liberó" hace unos años de un embargo judicial del fisco nacional por la friolera de $ 1.381.119.

Según el padrón de empleadores, American Tape declara tener seis empleados cuyos sueldos no superan los $ 1.200, a pesar de que, de acuerdo a los registros de Exportaciones en Importaciones, durante el mes de febrero de 2008 operó por la suma de U$S 16.342 y en el mes de marzo por el monto U$S 106.671.

Casualmente, la mayoría de las importaciones consisten en cintas de video y material de grabación y soporte magnético. Y ahí nace una pregunta necesaria: ¿Acaso las empresas American Tape y Digital Tape –Proveedores de Patagonik Films, de Pol-Ka, de Producción Actual, Canal A, Artear, Metrovisión Producciones S.A., y sus colaterales SKTEC (Proveedora de Xerox, Verite Distributors Group)— además de ser proveedoras directas de la propia Secretaría de Inteligencia tiene otros intereses en mente?

Sólo de ser así se explicaría la relación de Stiusso con el supuesto contrabando de artículos electrónicos por parte de su partenaire en el Aeropuerto de Ezeiza, Alejandro Osvaldo Patrizio.

También se explicaría el interés de Antonio Horacio Stiusso por promover oportunamente la cuestionada “Ley Espía”, la cual solicita a las empresas prestatarias de servicios de telecomunicaciones el almacenamiento por el lapso de 10 años de todo tipo de tráfico, ya sea vía Internet o telefónico. Según fuentes consultadas por este medio, el propio Stiusso habría allanado el camino para ser proveedor del soporte magnético y la tecnología mediante la cual las empresas de telecomunicaciones deberían hacer cumplir la mencionada ley.

Concluyendo

¿Qué pasará con Stiusso en el contexto de la purga que se lleva adelante en la SI en estas horas? ¿Sobrevivirá o caerá finalmente?

Más allá de lo que ocurra con él, sorprende que nadie se haya animado aún a poner la lupa sobre su persona. Por caso, la Comisión Bicameral para el Seguimiento de Actividades y Organismos de Inteligencia jamás ha cuestionado su trabajo.

¿Por qué ningún fiscal se anima a investigar "de oficio" lo publicado en estas líneas? ¿Por qué nada hacen organismos como la SIGEN o la Oficina Anticorrupción?

Como siempre, son solo preguntas sin respuesta.