De la mano del vino, la industria del corcho en Mendoza está en crisis

Por: Mendoza Post

El de los corchos naturales es un sector genera $ 200 millones al año, pero atraviesa un momento complicado, de la mano de la industria del vino.

Según revela hoy Pablo Mannino en diario La Nación, en Mendoza se fabrican bajas cantidades de corchos naturales, sobre todo en el sur, aunque concentra el mayor movimiento nacional de venta y distribución, ya que la gran mayoría de la producción llega de las casas matrices de España y Portugal, las mejores zonas de alcornocales, con el fin de obtener una materia prima de calidad.

De esta manera, el 15% de la producción total de vinos de la Argentina, los llamados premium, se tapa con corchos puros, por lo que desde la provincia sale la comercialización y distribución a todo el país, incluso a Uruguay y a otros países de la región. Asimismo, en la tierra del sol y del bueno vino se realiza el marcado, la numeración y el tratamiento especial.

La Nación explica, sobre la base del sector en Mendoza, que se venden más de 100 millones de unidades anuales de corchos naturales, que representa una facturación de unos $ 200 millones al año. El resto de los tapones para la industria del vino son aglomerados, microgranulados y sintéticos.

Sin embargo, no todo es color de rosa: uno de los problemas que enfrenta el sector, en medio de las dificultades de la industria vitivinícola, es la demora en percibir los ingresos, ya que los caldos de alta gama demoran más en venderse, por lo que suelen ser los últimos en recibir los pagos.

Asimismo, cada vez más deben hacerle frente a los pedidos de las bodegas ante la necesidad de bajar los costos. "Vamos de la mano de la industria del vino, que está con muchos problemas, sobre todo de margen. Tienden a bajar los costos lo más que pueden y piden al proveedor precios más bajos o cambiar de insumos", explicó a La Nación Pablo Masutti, gerente general de Corcho del País Argentina, con sede en Mendoza y casa matriz en Gerona, España.

Por su parte, la vicepresidenta de Alfacork, Fabiana Bobboni, resalta el trabajo de calidad que se realiza desde hace años, pero pone en relieve las dificultades que enfrenta el sector. "Nuestra industria se encuentra en una meseta y el gran problema es que las empresas de mayor magnitud no permiten el crecimiento de las pequeñas y medianas", dice la ejecutiva de la firma familiar, de origen nacional, con 30 años en el mercado, dedicada a la fabricación y comercialización de tapones de corcho naturales, pero también técnicos y aglomerados, importando la materia prima de Portugal, y con una producción anual de 30.000 unidades. "Pasamos los avatares de la industria en general. No debemos desestimar que el producto final no es de primera necesidad y cuando las economías se resienten, ocurre lo mismo con todo el sector", agrega Bobboni, y recuerda el pico en ventas de 2007, cuando la empresa vendió 45.000 unidades.