El PJ quiere juntar 20.000 personas en el acto para Cristina

El PJ local apuesta busca dar vuelta la derrota en las PASO. “La jefa” viene esta semana a inaugurar instalaciones hospitalarias, y a apoyar a Bermejo y Martínez Palau.

El PJ quiere juntar 20.000 personas en el acto para Cristina

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

Hay que juntar 20.000. A como de lugar. El peronismo mendocino prepara una movilización sin precedentes desde que Celso Jaque primero y Francisco Pérez después han gobernado la provincia, para recibir a la presidenta Cristina Fernández este miércoles al mediodía, cuando con la ayuda de “La jefa” el PJ busque instalar una sensación victoriosa que le permita la jugada heroica: dar vuelta las PASO que el Frente Para la Victoria perdió en abril ante el Frente Cambia Mendoza, que aglutinó detrás del radical Alfredo Cornejo a casi toda la oposición, con excepción del FIT.

¿Alcanzará la estampita de Cristina para ganar? ¿Qué debería prometer la presidenta a los mendocinos para dar vuelta la derrota y generar expectativas positivas? Ya no va a alcanzar con Los Blancos y Portezuelo del Viento, que se vienen prometiendo sin éxito desde hace dos gobiernos y medio –incluyendo al de Julio Cobos- al punto que ahora Mauricio Macri se apropió de la antigua promesa justicialista.

No han trascendido detalles del discurso, pero si Cristina no establece un compromiso con los mendocinos luego de años de ninguneo y castigo a nuestra economía regional -errática política económica- y un reparto de fondos a la provincia claramente perjudicial- la visita no habrá servido de mucho. Y los desplantes frecuentes a dirigentes peronista de la provincia sólo serán anécdotas. Mendoza es de las provincias más discriminadas por el reparto de recursos nacionales, año a año. Ninguno de los gobernadores pudo dar vuelta esa ecuación, ni siquiera los que fueron del mismo partido que los presidentes.

Sin embargo, no hay que perder de vista que la visita de Cristina será el hecho político más importante de la semana, y de lo que queda de campaña hasta las elecciones del 21. La apuesta, según trascendió, será la de reunir a 20.000 personas en el acto con la presidenta, donde debería haber un fuerte respaldo de la Jefa de Estado al maipucino Adolfo Bermejo, que no fue el preferido K. Pero que una vez ungido candidato a gobernador se cargó al hombro la relación con el gobierno nacional, herida por el sciolismo precoz de Pérez y Carlos Ciurca, y por los desencuentros económicos.

La última visita, hace 2 años.

Lo peor ya pasó, cuando el 10 de marzo -menos de tres meses atrás- Cristina le propinó un ninguneo feroz a Pérez en una teleconferencia en Lavalle, como consecuencia del “acuerdo del Intercontinental” del peronismo mendocino que dejó al kirchnerismo local afuera de las listas, y cuando la oportuna demora en las remesas de dinero del Banco Nación provocaron la demora en el pago de sueldos provinciales, algo que no ocurría desde la crisis de 2001 y que colocó al gobierno local al borde mismo del abismo. Palo y billetera, la herramienta de poner en caja a los gobernadores funcionó a la perfección.

Ahora, todo pasó. El PJ logró acordar las listas nacionales incluso con los delegados de la presidenta y la paz volvió al rebaño.

Cristina estará menos de dos horas en Mendoza este miércoles. Viene a inaugurar una Unidad de Diagnóstico Intensivo en el Hospital Metraux de Fray Luis Beltrán. Es una suerte de instalación que permite atender emergencias y derivar heridos y a la que restarían terminar detalles, para llegar a tiempo el miércoles a las 12:00. 

La presidenta hará un discurso del que no se sabe aún el contenido, pero se descuenta el apoyo a los candidatos locales. Y la meta del PJ es reunirle 20.000 personas en el acto, que se hará en una zona de acceso relativamente sencillo. Los intendentes y La Cámpora son los encargados de movilizar. “No hay límites… el que pueda llevará mil… otros, dos mil… y la gente se va a juntar desde las diez de la mañana. Es lo que les estamos pidiendo a los compañeros, si no… se van a quedar sin lugar” contó una fuente de gobierno. Ayer Pérez reunió a su gabinete –sí, domingo a las 10 de la mañana- para repasar los temas de agenda y la llegada de Cristina.

La movilización será grande pero no debería ser compleja de manejar, salvo que hubiese tensiones internas entre los sectores, como las hubo –con incidentes- cuando Cristina vino hace dos años a Luján de Cuyo para inaugurar unas instalaciones de YPF. Los colectivos con los miles de militantes serán conducidos por el Acceso Este, e irán “encapsulados” tal como se hace en los espectáculos deportivos, para llegar al lugar en que se montará el escenario, muy cerca del Metraux y del propio Acceso Este. “Es una zona de muy fácil acceso, concentración y desconcentración” dijo una fuente organizadora.

La presidenta llegará minutos antes de las 12:00 al aeropuerto El Plumerillo pero aterrizará en la zona militar de la Cuarta Brigada Aérea. Desde allí será conducida en helicóptero a Fray Luis Beltrán, para el acto. La acompañarán el gobernador Francisco Pérez y presumiblemente el candidato a gobernador Adolfo Bermejo.

Y después, la fiesta.

Ayer al mediodía llegó gente de Presidencia para revisar los detalles y el lugar del acto, y también miembros de la Secretaría de Inteligencia para vigilar que todo esté en orden.

Qué se inaugura

Cristina no va a “inaugurar un hospital”, como muchos dijeron. Ni tampoco una unidad de terapia intensiva. Las instalaciones que fueron agregadas al hospital Alfredo Metraux en Fray Luis Beltrán, Maipú; constituyen una “Unidad de Diagnóstico Intensivo” para atención de emergencias de todo tipo. Desde un parto complicado hasta un accidente de colectivos en el acceso. Lo que se podrá hacer en esa unidad, que tendrá guardias traumatológicas las 24 horas, es atender cualquier tipo de emergencia, salvar la vida de los pacientes y disponer los traslados de inmediato a los centros médicos de mayor complejidad. Incluso habrá incubadoras para traslados de recién nacidos. Otros servicios serán de pediatría todo el día, y habrá cuatro camas para internaciones circunstanciales muy breves.

No es mucho, pero es lo que había en agenda para inaugurar en estos días. A pedido, dicen, de la propia Cristina. No le gusta bajar al interior sin dejar algo habilitado. Y en plena campaña, todo factura.