Violaba y golpeaba a su pareja e intentó ahogar a su hijo

La víctima sufrió graves hechos de violencia machista durante años y hoy teme por la vida de ella y su pequeño. Los golpes también eran constantes. La historia.

Violaba y golpeaba a su pareja e intentó ahogar a su hijo

Por:Ana Paula Negri
Periodista

Una mujer sufrió durante años las agresiones verbales y físicas que le propinó su ex pareja, Gustavo Mur. Incluso se pudo comprobar que su hijo, un niño de dos años, sufrió violencia física y un intento de homicidio por ahogamiento por parte de su padre.

En el noviazgo, que comenzó en el 2011, ella ya pudo percibir que era un hombre muy posesivo e incluso la acusaba de engañarlo con una amiga de ella que se quedaba a dormir en su casa, según pudo saber el Post a través de los dichos que hizo a sus abogados.

La arrastraba de los pelos por toda la casa y abusaba de su esposa.

Con el tiempo los problemas y las agresiones se fueron agudizando. Llegaron las persecusiones telefónicas y los primeros golpes. Lo que sacaba de sus casillas a Mur era que ella no le atendiera el teléfono.

Un año después, comenzaron los problemas económicos. El agresor tenía dos negocios que le generaron deudas y mucho estrés. Según ella describe, a la par empezó a presentar problemas de rendimiento sexual. La víctima lo atribuyó al estrés y le pidió que vaya a un médico. Él, por su parte, aseguraba que como no podían concretar las relaciones sexuales, ella se acostaba con sus compañeros de trabajo, amigos, conocidos, la acusó de "puta" y "lesbiana".

Desde el comienzo mostraron rasgos de celos.

Por las humillaciones que él le hacía pasar frente a sus conocidos y seres queridos, ella comenzó a alejarse de todas las personas que la querían. En el 2013 comenzó a estudiar Derecho pero él le gritaba y le tiraba los libros. Mur insistía en casarse pero ella quería terminar su tesis y seguir estudiando. Dos días antes del casamiento se dio cuenta de que estaba embarazada. Se casaron pero hacía varias semanas que no se hablaban.

Durante el embarazo, ella lloraba todos los días porque estaba muy deprimida.

El pequeño actualmente tiene miedo del ruido del caño de escape de las motos. Cuando estaba en el vientre de su madre y su padre llegaba en la bici-moto, ella se asustaba tanto que percibió que tal vez le transmitió ese temor a su hijo.

Así se veía Gustavo Mur en 2013.

Al año siguiente llegó el momento de recibir al bebé, pero Gustavo Mur se negaba a pagar el parto en el Hospital Italiano, donde ella se había hecho todos los controles y la llegada de su hijo ya estaba pautada. Un día empezó a tirar el microondas y todo lo que se iba cruzando en el camino, la tiró al piso, se sentó en sus piernas y le golpeó la panza, los brazos y le pegaba cachetadas.

Ella huyó a la casa de una familia amiga pero la convenció de volver. Cuando nació el bebé no la dejaba amamantarlo tranquila. El niño no aumentaba de peso y su pareja le ponía el reloj cada una hora en la noche para que se levantara a amamantarlo.

Cuando el niño tenía 23 días, devolvió leche con sangre y tuvieron que llevarlo al hospital. Los médicos decidieron internarlo y ella entró en licencia. A partir de ese momento, no volvió a agredirla fisicamente, pero sí le gritaba, le decía gorda por el peso que ganó en el embarazo.

Gustavo Mur junto a su hijo.

El año pasado, el pequeño pasó a ser centro de la escena. Cuando ella volvió a trabajar porque su licencia se había terminado, el niño comenzó a pasar más tiempo a solas con su padre. Ella incluso percibió que su hijo tenía actitudes muy violentas. Describió que su padre le enseñaba a comer como un perro incluso dándole alimento balanceado de su mano.

Secaba la yerba, el café y los pañales para volverlos a usar.

El agresor mantenía control sobre el sueldo de su víctima obligándola a pagar las facturas. Pero durante todos estos años también ejerció un control sexual sobre su cuerpo sometiéndola a tener relaciones sexuales cuando ella no quería.

La gota que rebalsó el vaso fue el intento de este hombre de ahogar a su propio hijo. Eso fue lo último, la víctima decidió llamar al 144 y su vida comenzó a cambiar. En enero de este año, ella logró realizar la denuncia en la Unidad Fiscal de Violencia de Género donde el expediente quedó en manos de la fiscal Mónica Romero.

Mur intentó ahogar a su propio hijo en una pileta.

Gustavo Mur fue finalmente excluido del hogar pero no se quedó quieto, empezó a perseguirla y hostigarla. Incluso le pidió a su familia y amigos que se acerquen a ella. Ella empezó a percibir que se le cortaba la luz, la línea de teléfono y la alarma, no pudo comprobar que haya sido él pero pasó en muy poco tiempo.

Por estos días, ella vive con miedo por la vida de ella y de su hijo. Hace aproximadamente un mes, Mur fue detenido pero este miércoles la jueza Alejandra Mauricio dictó la libertad bajo una fianza, un monto cercano a los cinco mil pesos que el imputado pudo pagar y salió en libertad ese mismo día.

Por este motivo, los abogados de la víctima, Leonel Muzzo y Daniel Barboza, debieron pedir la consigna de protección policial las 24 horas a la fiscal Romero para protegerla a ella y su hijo nuevamente. La fiscal apelará la decisión de la jueza y será la Cámara de Apelaciones la que decidirá al respecto.

Actualmente la pareja continúa casada legalmente y Gustavo Mur tiene una prohibición de acercamiento hacia su ex esposa e hijo. La causa continuará su curso normal con el patrocinio de Muzzo y Barboza que pertenecen al equipo de abogados de Carolina Jacky.